Otro, Algún otro
Fusión de las palabras "algún" y "otro".
Este indefinido puede usarse como adjetivo con el sentido de "algún otro" (Trae algotro melón) o como pronombre con el sentido de "alguna otra cosa/persona" (Algotro vendrá que bueno me hará) aunque en ambos casos es más frecuente en el español moderno decir "otro" que "algún otro".
Una regla de uso sencilla podría ser que si en castellano es correcto decir "algún otro", aunque suene un poco raro y poco natural, pero sí es correcto, entonces el peraleo podía usar "algotro" en lugar de simplemente "otro". En el caso del pronombre, si hay duda podemos transformarlo en adjetivo y aplicar la misma regla (¿quieres otro? > ¿quieres algún otro caramelo?, -suena correcto, entonces- ¿quieres algotro?).
Algún
Este adjetivo indefinido se usa en general como en el estándar, pero su peculiaridad está en la posposición, rasgo que en el estándar suena arcaico y muy formal pero que en peraleo es cosa del lenguaje cotidiano y se usa para enfatizar.
Solemos usar "algún/alguna" seguido del sustantivo correspondiente (algún plato, alguna silla). Algunas veces se pospone, pero sólo en oraciones condicionales (Si necesitas ropa alguna me lo dices), en interrogativas (¿Has visto tú hombre alguno hacer eso?), y en negativas (Yo no he visto estrella alguna esta noche, estará to nublao).
Cuando va con oraciones negativas preferimos decir "nenguno" (No tengo nenguna priesa), y la posposición con "nenguno" sí es muy frecuente (compare las opciones de mayor a menor frecuencia: No tengo nenguna priesa = No tengo priesa nenguna = No tengo priesa alguna).
Cuando usamos la posposición enfática siempre se pone en singular (Tengo algunos libros = No tengo libro alguno).
Alguien
La forma más frecuente de decir /alguien/ en peraleo es "alguno, algún". Con bastante menos frecuencia se dice "alguien", y de vez en cuando se oye "persona alguna".
Cuarenta y la madre (expr.), Ciento y la madre (expr.)
Gran cantidad de gente.
Mi, etc.
Mi, tu, su, etc.
Sería conveniente un estudio más exhaustivo para poder establecer una explicación más pormenorizada del uso del posesivo con artículo en el Campo Arañuelo. Pero con los datos que tenemos lo que sí podemos afirmar es que, en general, sigue un patrón parecido al que vemos en el castellano del siglo XIV en lo básico. Es decir, se usa esporádicamente, menos que el posesivo sin artículo; lo vemos sobre todo con la primera persona, y más del singular (el mî, la mî...) que en el plural (las mîs, los nuêstros...), tiene un uso enfático y emotivo, es decir, cuando el hablante utiliza el artículo con el posesivo está o bien marcando firme su dominio sobre lo poseído (la nûestra cocina), o bien añadiendo a la posesión una fuerte relación afectiva (los mîs niños) o ambas cosas. Analizando nuestro corpus podemos explicar así esta diferencia:
1- Posesivo con artículo: Se usa para añadir énfasis o especificidad, destacando el objeto como único o emocionalmente importante para el poseedor. Es común en contextos narrativos o reflexivos donde se quiere resaltar la importancia del objeto o la conexión especial que tiene con el poseedor.2- Posesivo sin artículo: Más frecuente en interacciones coloquiales y neutrales. Se emplea para referirse a la posesión sin enfatizar la singularidad o relevancia del objeto, manteniendo un tono práctico y directo.
El posesivo en nuestro dialecto está en una situación gramatical muy parecida a la del castellano medieval, pues el español moderno usa el posesivo como un actualizador y por tanto no puede ir nunca con otros actualizadores (artículos, demostrativos y posesivos), pero en "el mî helmano" tenemos aparentemente dos actualizadores juntos (el + mi). Lo que ocurre es que el posesivo peraleo, como el medieval, está en la zona intermedia entre el adjetivo que fue y el actualizador que será, de modo que podemos verlo usado como adjetivo (la GRAN casa→ la MÎ casa) y también como actualizador (LA casa→ MI casa).
Encontramos, no obstante, un ejemplo que no encaja ni con la función de adjetivo ni con la de actualizador: "los mis dos niños". Si fuera actualizador debería ser "MIS dos niños" (como en: LOS dos niños), y si fuera adjetivo debería ser "los dos MIS niños", siguiendo el orden de los adjetivos antepuestos (los dos BELLOS niños), tal como vemos en la Edad Media:
"...fizo cuenta que matando a él y tomando a los dos mis hijos..." (Amadís de Gaula, c. 1490).
Sin embargo, el orden que hemos encontramos en el corpus peraleo es: "los mis dos niños" (con el posesivo sin acentuar). Provisionalmente diremos que podría tratarse de un cruce de influencias entre las reglas del estándar moderno y las reglas del peraleo, que han creado una construcción mixta donde la forma "mis dos niños" simplemente añade el artículo "los + mis dos niños" ignorando que con ello debería también cambiar de función morfológica y pasar de actualizador a adjetivo, con su consiguiente cambio de orden. No obstante, esta singularidad nos avisa de que tal vez haya en la construcción peralea más de lo que nos parece ver.
Otro rasgo importante es el acento. Algunos especulan sobre si los posesivos llamados "átonos" (mi, tu...) frente a los tónicos (mío, tuyo...) iban o no acentuados a finales de la Edad Media cuando se usaban aún junto al artículo. Pues bien, si el peraleo nos pudiera servir como "fósil medieval" del castellano en este caso, vemos que los posesivos supuestamente "átonos" muy frecuentemente se acentúan (está en tû casa), aunque también pueden usarse sin acentuar, pero cuando van con artículo se acentúan siempre (está en la mî casa). Esto es importante porque los posesivos iban acentuados cuando eran adjetivos y sin acentuar cuando pasaron a ser actualizadores, lo que indica que el posesivo peraleo todavía actúa en gran medida como un adjetivo antepuesto, y por eso puede tomar artículo.
Veamos ahora varios ejemplos medievales que muestran el mismo uso del posesivo que el peraleo:
"Yo só pan de vida que desçendí del çielo; e el pan que yo dó es la mi carne, e quien come la mi carne e beve la mi sangre, avrá vida perdurable e en mí mane e yo en él". (Sermonario medieval, c. 1400-1500).
"El ayre que çerca los nuestros cuerpos por todas partes lo atraemos por la espiraçion". (Visita y consejo de médicos, Estéfano de Sevilla, c. 1400).
La, Lo, Las, Los
Cuando la preposición "en" va seguida por un artículo determinado que comienza por L- (la, las / lo, los), este último cambia la L por N por asimilación (en la calle → en na calle) y frecuentemente la asimilación se funde en una N (ena calle).
Ningún
Este adjetivo indefinido se usa en general como en el estándar, pero en peraleo es muy habitual usarlo pospuesto al sustantivo al que acompaña.
En el estándar usamos la construcción "ningún/ninguna" seguido del sustantivo correspondiente (ningún empeño, ninguna gana). En peraleo se puede usar del mismo modo (No encuentro nengún cuchillo), pero en cambio es también igual de frecuente posponer este indefinido para dar más énfasis a la negación, casi siempre en oraciones negativas y siempre en singular (No tengo gana nenguna de dil ahora / Yo no he visto por aquí lápiz nenguno, hijo).
Ninguno, Nadie
La palabra "nadie" prácticamente no se usó en castellano hasta el siglo XV. Anteriormente se usaba siempre "nenguno" o "ninguno", lo que explica por qué el peraleo -que se separó del estándar en el XIV- tiene una mayor frecuencia de uso de "nenguno" y menor de "naide" (nadie) que el estándar.
Sirve tanto para personas como para cosas y es muy frecuente en peraleo usarlo pospuesto al sustantivo para enfatizar (Yo no tengo priesa nenguna), algo muy poco frecuente en español actual y bastante normal en el castellano antiguo. Pero si lo posponemos, siempre se pone en singular (No me jagas bromas = No me jagas broma nenguna).
No, Nos, Lo
Nuestra palabra /no/ puede tener varias funciones. En el habla se diferencia porque a veces se pronuncia acentuado y a veces no, de modo que también en la versión escrita vamos a marcarlo con acento o no para que no se den ambigüedades que al hablar no se dan:
Se escriben con circunflejo las formas átonas (sin acentuar):= Apócope del pronombre "nos": Esto no lo dio un amigo cuando mos casamos.= Asimilación del artículo "lo" tras una N: Rebuscó jasta dal con no que era.Se escriben con circunflejo las formas tónicas (acentuadas):= El adverbio negativo "no" (opuesto a "sí"): Que nô, que ya es demasiao tarde.= La partícula para negar verbos u otras palabras: Yo nô quiero más.
Todo
Tiene formas para masculino, femenino, singular y plural (to, toa, tos, toas). Como pronombre se usan las cuatro (Han venío tos / Me la via comel toa / Tengo toas).
Cuando es adjetivo, o sea, cuando va delante de un sustantivo, es MÁS habitual el uso en todos los casos de la forma "to" invariable (to la gente / to los burros), aunque a veces se usa también la forma femenina singular (toa la calle). Menos frecuente es el uso del femenino plural "toas" (todas las flores→ to las flores, toas las flores), y cuando se usa suele perder la S final por cuestiones fonéticas, aunque no se pierda la conciencia de que es un plural (toa las flores). Por cuestiones fonéticas también, el masculino plural (tos) no se usa nunca como adjetivo si va seguido del artículo "los" (todos los hombres→ to los hombres).
Igual que en el estándar, también se usa la coletilla "y to" para enfatizar algo que resulta en cierto punto sorprendente o importante (S'arregló y apareció to elegante, con pendientes de oro y to).
El peraleo conserva también un uso medieval que se perdió en el estándar a lo largo del siglo XVI. Se trata del uso con números para indicar que la cifra es el total. En este caso "to" concuerda siempre en género y número y casi siempre sustituye al artículo, no lo acompaña:
Estándar: "Tiene tres hijas y las tres morenas". Peraleo: "Tiene tres hijas y toas tres morenas". (con este uso no se puede decir para el femenino "*to/tos tres")
"Ya se metién en armas los del buen Campeador, todos tres se acuerdan, ca son de un señor. (Poema del Mio Cid, c. 1140).
Todito, Completamente
Forma enfática de "todo".
Nuestros abuelos pronunciaban "tuíto" o "tuitó", pero los mayores actualmene suelen usar "toitó", más "moderno". Otra forma más "moderna" aún es "toíto" (simplemente "todito" sin la -D- intervocálica). La forma "tuitó" se pronuncia con diptongo, en dos sílabas (/twi-TÓ/). Puede llevar el acento al final, ser átona, o llevar el acento en la primera sílaba, según el ritmo de la frase (/TWÍ-to/).
Tanto el peraleo "tuitó" como el estándar "todito" (o su equivalente peraleo "tuíto") pueden funcionar como formas enfáticas, pero hay una diferencia fundamental: en "tuitó" se ha perdido la conciencia de diminutivo, y por tanto también desaparecen todas las connotaciones del diminutivo (afectivas, etc).
La forma "to y to", que también se usaba a veces, es una versión mucho más enfática. Dentro de la forma "tuito to", igual de enfática, se pronuncia siempre con el acento en la primera (/TWÍ-to TÓ/).