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Etiquetas diccionario Peralêo
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Etiqueta: Festividades no religiosas

Merienda campestre en la que se asan castañas en el campo el día de Todos los Santos.
Máscara, Careta
1- Máscara que cubre la cara. 2- Parte delantera de la cabeza del cerdo.
Carnaval, Carnavales, Carnestolendas
Muñeca sin manos ni piernas que se llevaba en Carnavales, normalmente pinchada en lo alto de un palo largo, y que se usaba como excusa fingida para pedir dinero por las casas. El lunes de Carnaval los peraleos se vestían de traje regional ("de gitanos" lo llamábamos) e iban por las casas pidiendo huevos y chorizos. El martes se disfrazaban de cualquier cosa y pedían dinero. Con el dinero se compraban cosas que, junto con los huevos y el chorizo, formarían la comida que se llevaba al campo el Miércoles de Ceniza, que era el Día de las Meriendas (en nuestra zona "merienda" se llamaba a la comida del mediodía, así que merendar en el campo era hacer un "picnic"). Al ir vestidos de gitanos, se pedía de la misma forma en que estos a veces lo hacían: llevando un niño ("un churumbel") para dar más lástima y pidiendo el dinero para el niño, no para ellos. Y así decían: "una perrita pa mi churumbel", y para rematar la caricatura añadían "Una perrita pa mi churumbeel, que no tiene ni manos ni piees" (alargando las Es finales), por dar más lástima y también porque rimase. Por eso el muñeco que llevaban solía estar sin brazos ni piernas. Es de señalar que lo que en carnavales llamábamos "vestir de gitano" era en realidad vestirse con el traje regional, al menos en los tiempos que hemos conocido nosotros.
Una perrita pa mi churumbel, que no tiene ni manos ni pies. (dicho)
Expresión usada en Carnavales para ir pidiendo por las casas. En Carnavales los niños -y los adultos- se disfrazaban de gitanos (así se decía, pero en realidad era el traje regional) e iban en panda por las calles pidiendo dinero. Se llevaba un palo largo y atado o pinchado en la punta se ponía un churumbel, que era una muñeca a la que se le quitaban los brazos y las piernas, y se iba diciendo esta retahíla: "Una perrita pa mi churumbel, que no tiene ni manos ni pies". Con esto se pretendía imitar a aquellos gitanos que iban por las casas pidiendo con un niño pequeño cogido. Los gitanos llaman a los niños churumbeles, o así creíamos, y al añadir nosotros "que no tiene ni manos ni pies" lo que pretendemos es, jocosamente, dar más pena, y de paso sacar una rima con churumbel.

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