1. Fuimos a unas bellotas a... ¿Cómo se llama aquello? Pa Torviscoso y pallí. No, era más allá. Sería el Villar quizás. Bueno, el resultao es que allegamos a una encina. Pun-catapún, tira tío el ramal porcima de la rama, y catapún, al suelo. Arrebujao a una manta, catapún. Hala.
2. Bueno, pos entonces estaba yo en la parcela allí. Y menos mala que estaba allí el tio Nino ese... que tú tapoco le conoces. El resultao es que yo según iba se desatapona la borna y ¡hala!
3. Cogió luego ya, después de que riñó con los otros y quizás no sé si les tuvo que pegal, el resultao es que se volvió luego pa atrás.
4. Así que me puso el hombre unos vendajes aquí, pin-pan, pin-pan, hala, pa que no vuelva usté a montal otra vez en las caballerías. Digo, mm, pos cuantas veces tendré que hacel-lo. El resultao es que nos vinimos. Ni sé si le cobró a tio Cándido o lo que juera o no le cobró na o yo no sé cómo fue aquéllo.
5. Coño, se sapea el tío de que no se le daban. Yo no sé si las suzorreó bien a alguna de ellas que se pusiera valiente. Resultao, que nosotros ahí quietecitas como los conejillos, entre la mata. Ya, al poco rato, tacatá, tacatá, tacatá. Era el caballo.