1. ―To el puchero lo he tenío que tiral, to quemao. Pa un rato que me entretienen en na puelta y cuando me quise dar cuenta, hermana, digo, "¿pos y a qué güele?¿y a qué güele?". ¡Y toma!, que me s'había quemao to. En un rato, hijita, que nô jué na. Pos hala, quemao.
―¡Váyate por Dios! si es que nô sirve querel.
2. ¡Váyate por Dios! Agora ice el mî primo izque se vienen a comel hoy. Y yo que ni he jecho los oficios ni los recaos ni cosa nenguna tengo pa tantos.
3. ¡Váyate por Dios, pero si es el mî niño el que ha ganao la rifa de las Candelas! Pos na, qué bien, mia tú por donde. Hoy comemos talta.
4. ―Que sí agüela, que ties que convencel a padre, que yo si nô me caso con Eutiquio nô me caso con nenguno y ya está. ¡Que me meto a monja ninque sea!
―¡Váyate por Dios y por Dios te vaya! pero hijita, pero cómo eres tan porrúa, que sabes tú que tu padre antes se mata que dejalte dil con ese mal bicho de mala madre, que ya sabes tú lo que mos jidieron los condenaos esos de mala sangre. ¡Ay, ay, pero qué textos, hijita! ¡La que vas a lial! Con to los güenos mozos qu'hay porây y tie que sel ese.