1. —Agüela, dame cinco duros.
—Sí, hijo, sí, tú nô dejes de pedil ¡Baldomera, Baldomera, arráscate la faldiquera!
2. —¿Qué, pero tanto cuesta esto ya?
—Ay Antonio, ja, ja. Baldomera, Baldomera, arráscate la faldiquera.
—Sí, pos yo nô le veo la gracia.
3. Enga Manolo, arráscate la faldiquera y páganos unos chatos a to la tabenna, que un nieto nô jade to los días la Comuñón.