1. Ay, hijito, ya t'he dicho muchas veces que te dejes d'andal por las tabelnas y te pongas a trabajal, pero sí, sí, pedrícame, Pedro, pedrícame, Juan, que por un oído me entra y por el otro me sale.
2. Mira que se lo he dicho cantao y rezao, que d'esas cosas de los vídios y del intelné no se pue vivil, pero pedrícame, Pedro, pedrícame, Juan. Pos tú sabrás, qu'aquí no amos a estar toa la vía poniéndote las sopas.