1- Borrachera (cogerse una pea) 2- Potra, buena suerte, casualidad positiva.

(referido generalmente a un trozo de terreno de labranza) Pedazo, parte o porción separada del todo.

Persona inútil, torpe y despreciable. Se usa como insulto.

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Peazo carne sin bautizar.

Se dice referido a una persona muy susceptible, que se molesta fácilmente, tanto por lo que se dice como por lo que se hace, por lo que hay que ser muy cuidadoso con ella.

Una serie de cintas o correas que pasan por el pecho del caballo y sujetan la montura impidiendo que se desplace hacia atrás o de lado a lado.

Se usa sólo para mujeres y casi exclusivamente para prevenir a un hombre del caracter inmoral de una mujer que sólo busca aprovecharse de él pero que realmente no le ama. A partir de este significado luego, como suele pasar, se puede también utilizar simplemente como un insulto dirigido a una mujer, y no pequeño. Se enfatiza con la forma, tanto o más común, "mala pécora". No tiene aquí, como sí en el estándar, el sentido de prostituta ni de ganado lanar.

La Pedía (de los angelitos) → Acto que se celebra el Domingo de Lázaro (el domingo anterior al de Ramos), que da inicio a los actos de la Semana Santa de Peraleda. Los diputados y el secretario de la Hermandad van por las calles pidiendo un ángel (ver Domingo Lázaro). La familia (o familias) que ofrece los ángeles les agasajan con un convite.

Pedil la entrada, Pedir la entrada.

No me pide pan.

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No dar pedrá con pelota → No dar pie con bola.

Tenel una güena pedrá → 1- Estar mal de la cabeza, no funcionar bien, estar tonto, loco o tener problemas mentales. 2- Tener una personalidad muy extraña o comportarse de forma aparentemente muy extraña, como si no se estuviera bien de la cabeza.

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Aumentativo de piedra.

Pedrada, golpe dado con una piedra.

1- Insistir reiteradamente dando buenos consejos, diciendo cosas de provecho y sabiduría para llevar a la persona por el camino correcto, pero por lo general sin resultado. 2- Predicar el evangelio; decir un sermón en la misa.

Pedrícame Pedro, pedrícame Juan → Por un oído le entra y por el otro le sale.

Pedrícame Pedro, pedrícame Juan.