Aguijón, especialmente el de avispas y abejas.

1- Multiplicarse, cundir, dar mucho de sí. 2- Estar hundido (terreno, decoración, etc.) por la acción del hombre.

1- Que ha dado de sí mucho, que se ha multiplicado o extendido. 2- Rehundido, que está a un nivel más bajo a causa de la acción humana.

1- Protestar por lo bajo de modo que no se entiende lo que se dice. 2- Hablar deprisa y de forma poco comprensible. 3- Decir cosas por las que no se siente ningún interés ni se les presta atención.

Habla en la que no se entiende lo que está diciendo por el motivo que sea.

1- Ranura, o canal estrecho. 2- Por extensión pliegue que se forma en la piel de los niños pequeños cuando están gorditos, o surco similar en gente muy gorda. 3- Marca profunda y dolorosa que hace sobre la carne algo tipo cordón al apretar, como una cuerda, una goma, etc. (ver "rejetar").

1- Corriente de aire fría que entra por una rendija o apertura. 2- Frío que hace en el exterior, tanto el que hace en invierno como el que puede hacer en verano por la madrugada.

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Reloj, instrumento para medir el tiempo (plural "relores").

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Tener cierto sabor amargo.

1- Terminarse o poner fin a una acción. 2- Matar del todo a una presa o enemigo herido. 3- (dicho de un sastre o de una costurera) Afianzar la última puntada, dando otra sobre ella para asegurarla, o haciendo un nudo especial a la hebra. 4- Estropear una situación aún más de lo que ya estaba. Acabar de fastidiarlo. 5- (en negativa, intransitivo) No estar del todo bien de la cabeza, tener una leve discapacidad mental.

No poderlo remedial → Referido por lo general a sentimientos, no poder evitarlos.

Estal que remete → (dicho tanto de personas como de cosas) Estar muy sucio.

Cualquiera de las cuatro extremidades (brazos o piernas) de una persona.

Tenel remos → Tener capacidad física para realizar trabajos o movimientos.

Resecarse los líquidos o la suciedad en la ropa, la piel, los cacharros, etc.