Persona que acepta correcciones y reprimendas sin rebelarse contra la persona que se las da.
Convenio que se hacía cuando no había Seguridad Social -incluso tiempo después de estar ya funcionando- entre el médico o practicante y los usuarios. Estos últimos pagaban sus servicios mediante una cantidad fija que solía abonarse mensualmente, como una tarifa plana. Es decir, todos los meses se pagaba igual, de ahí el nombre. Era una especie de seguro médico, pero en contrato privado.
Voz fuerte, forma de saludo cuando dos hombres se cruzan de paso por la calle. También para llamar la atención de alguien que está lejos (lo que aquí llamamos un carpío).
Hay variaciones, pero se pronuncian con un sonido muy característico y vocales que tienden al neutro. En "iieeeeh" se cierra la "E" hasta convertirla casi en una vocal neutra (similar a la "EU" francesa o la "IR" inglesa de "girl"), alargándose mucho o poco, según los casos y la distancia. Suele terminar con una aspiración. En "iiih" se pronuncia con una especie de vocal larga central (neutra), pero algo redondeada y tirando a - i -, alargándose mucho o poco, según los casos y la distancia. También suele terminar con una aspiración.
Hay dos maneras de formar el imperativo plural en nuestro dialecto (veamos las tres conjugaciones):
1- quitái, comí, partí.
2- quitáis, comís, partís.
A finales de la Edad Media vemos que la -d- de la 2ª persona del presente plural se vocaliza en -i- (amades > amáis / queredes > queréis). En nuestro dialecto vemos la misma vocalización de la D también en la 2ª persona del plural del imperativo (quitad > quitái / comed > coméi / partid > partí). Las formas 2 puede que sean formas híbridas por influencia del estándar, o derivadas de una evolución diferente en donde la D segrega una -i- pero no desaparece, aunque luego pasará a aspirarse (igual que una S final), por eso las escribimos como S para que la pronunciación sea más reconocicle.
Otra característica reseñable es que en nuestra zona no se utilizaba el infinitivo en función de imperativo plural, como sí está extendido en el habla popular de buena parte de España, incluida Ávila (Venga, callarse todo el mundo). Incluso hoy sigue siendo aquí raro ese uso. Sí que se usa, y usaba, la forma de infinitivo, con R, cuando añadimos el clítico -os (poneros aquí, veros a la calle, sentaros en na silla, callaros), pero nunca ocurre con el más dialectal sufijo -sus (ponisus, veisus, sentaisus, callaisus).
Cuando añadimos pronombres enclíticos (pegados al verbo) es más frecuente usar las formas número 1 (sin aspiración final):
- quitaime (quitadme), comilo (comedlo), partiles (partidlos).
Asímismo, como en el estándar, podemos formar el imperativo con una locución con la preposición "a", lo cual era y es muy frecuente (venga, a comer, a sentarse, a callarse).
Y también como en el estándar, el imperativo negativo se forma con el subjuntivo (cogíle, no le cojáis).
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Algunos creen que las formas 1 (terminadas en -i) son puramente leonesas, pero como hemos visto podría tratarse también de una evolución dialectal natural dentro del castellano medieval. En cualquier caso, estas variantes ya las encontramos en el suroeste de Ávila, así que lo más fácil es suponer que nosotros heredamos ambas formas directamente de allí, pues de allí procede nuestro dialecto.
Persona que ha perdido la movilidad de la parte inferior del cuerpo.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.