1- Mancharse con agua o suciedad. 2- Regañar y amonestar de forma verbal y vehemente a alguien.

Antiguo acto de la Semana Santa de Peraleda (desaparecido en los años 60) que se celebraba el Sábado Santo durante la misa de Gloria. Dos mozas cubiertas con un velo negro llamadas "las madalenas" (representando a las mujeres que fueron al sepulcro a ungir a Jesús) se paseaban desoladas de un lado al otro por el presbiterio de la iglesia, delante del altar, pues no encontraban a Jesús por más que lo buscaban. Tras un telón negro se escondía la imagen del Resucitado con una niña vestida de angelita (hoy sólo quedan los dos angelitos que actúan en el Domingo de Resurrección, pero antes había un tercero, niña, que actuaba sólo en esta noche). A las 12 de la noche, cuando la misa llegaba al canto del Gloria, sonaban las esquilas, campanillas y campanas y en medio del canto se descorrían los cortinajes y aparecía el Cristo con el ángel (la niña) que estaba señalando a Jesús con su espadinche. En ese momento las madalenas se quitaban los velos y se arrodillaban con sus túnicas blancas delante del Cristo (actualmente se hace durante la procesión del Encuentro).

Misa que se celebra el Sábado Santo a las 11 de la noche.

Ritual de la Misa de Gloria, el Sábado Santo, a las 12 en punto.

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Forma de sembrar en la que las semillas se van soltando una a una espaciadas a lo largo del surco.

Para otra ocasión.

1- (de cara al pasado) En otra ocasión, más tarde, de otra vez. 2- (de cara al futuro) En otra ocasión, para otra ocasión (= pa otro golpe).

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1- Acostado. 2- (referido a un niño pequeño) En brazos.

Sudar como un pollo.

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No ser algo baladí, tener importancia el asunto del que se trata.

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No importa lo que guardes, ya sea dinero u otras riquezas, siempre vendrá alguien que lo dilapidará.

Acto de la Semana Santa peralea consistente en el relevo de los cuatro miembros de la hermandad que con picas y alabardas montan la guardia de Cristo crucificado.

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