1- Palabra con la que las mujeres se dirigen a otra cuando hablan con ella.
2- Persona que comparte los mismos padres.
3- Miembro de la Hermandad del Descendimiento, llamado también cofrade (en este caso en masculino: hermano).
1- Expresión que era bastante común, usada para fines diversos. A veces sólo para enfatizar lo que vas a decir (= ¡Agárrate!, ¡Fijate!, ¡No te lo pierdas!), o para mostrar desazón, indignación o sorpresa (= ¡Pero bueno!), o para llamar la atención (¡Escucha!).
2- También usada para mostrar acuerdo ante algo serio o sorprendente que te acaban de decir (= Ya te digo).
3- Usado de forma más o menos condescendiente para responder a alguien que te cuenta algo que le parece sorprendente (= ¡Ay bobito, pues y qué te creías tú!)
El amo (jefe) de una diputación actuante o que ya ha actuado. Conserva ese estatus hasta su muerte y forma parte del cabildo (gobierno de la Hermandad del Descendimiento).
La idea de este refrán es que cuando uno no se conforma con lo bueno que tiene y lo deja para buscar cosas más novedosas, más frescas (o amoríos más jóvenes), pierde lo bueno que tiene y no encuentra nada que sea mejor.
Forma que emplean las mujeres para dirigirse a las demás. En Peraleo las mujeres se dirigen a otras mujeres llamándolas "hijita" o "hermana" principalmente (Ven que te diga una cosa, hijita/hermana, que me la acaban de contar), lo cual también se convierte a veces en una muletilla vacía de sentido (Ay, hijita, qué calor).
Mandar a uno de los hijos de una familia a vivir con otra que generalmente tenía más medios económicos o no podía tener descendencia.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.