verbo, transitivo, pronominal
En español: Molestar, Joder, Copular, Fastidiar, Perjudicar, Estropear, Destrozar, Averiar, Romper
1- Molestar.
2- Tener relaciones sexuales.
3- Estropear, hacer que algo deje de funcionar bien o pierda su integridad.
4- Perjudicar a alguien de algún modo.
5- Interjección usada para expresar enfado, irritación, asombro, etc. (muy frecuente y no malsonante la alternativa "joé").
Ver Cubril, Eschangal, Estrozal, Follalse, Jincal, Jodejode, ¡Jodo petaca!, Joío1, Metel juncia, Hacelse de mal, Se jodió Masena (con la panza llena), Metesaca (el), Metélsela, Joel la pavana, ¡Malrayo te joa!, Joel pa vino
1. Quita ya con el palito, coño, to'l día jodiendo, pos vaya cuento.
2. Que nô, que te digo yo que esa ya nô es moza. Vamos, que y'ha joío.
3. Pero que me vas a joel el arradio con tanto cambiar de emisora. ¡Pero te quieres estar quieto un rato!
4. Los agarró del ramal, los tiró así, digo, ara capaz son de pegal algún zumbío y le joen.
5. ¿Pero qué jades? Nô me jodas, otra vez me lo has roto to.
5. ¡Ay que joelse con er niño este! ¿Pero te quieres callal ya d'una vez y jadel lo que tienes que jadel?
5. ¡Joel! Pon más cuidao, que vas rompiendo to las hojas del tabaco.
Comentarios:
Es la palabra normal en peraleo para referirse a la cópula. No se usa para los animales, donde se diría cubril o montal.
Por ser dos sílabas, la D intervocálica se ha mantenido en algunas de las formas verbales porque su pérdida causaría extrañeza fonética. Así se dice: joer, joío, joemos, joes, etc. pero se prefiere: jodo, jodiendo (de lo contrario serían: jo, joyendo).
Ver palabras relacionadas: Acciones sexuales Sexualidad
Origen: Latín. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación fonética. Se usa en el suroeste español.
Etimología:
Del latín futuere (copular) derivó el castellano foder, con el mismo sentido.
Así impone el Fuero de Ledesma (c. 1252) las penas por violación:
"Toda mugier ayena de beneycion, quien aella dier salto en carrera o en qual lugar fur, e la fodir, o la metir so si por la foder, onde ella es desornada e su marido e sus parientes, prendanno alcallde e conceyo e enforquenllo, commo aleuoso e traydor, e pierda quanto ouier".
La F- inicial en el siglo XIV pasó a aspirarse, sonando como una J suave que se escribía con H (hoder). A lo largo del XV se va imponiendo esta forma aspirada. Ya será la única que encontremos en el XVI:
"Baste que ha estado engañada la gente,
y con mis miembros estoy enemigo;
por ende dispuso Luxuria comigo
dar fin a hoder, pues soy impotente".
(Carajicomedia, 1518).
Pero en el siglo XVI tenemos ya dos panoramas diferentes con respecto a esa antigua F inicial. En la mitad norte de España la F pasó a H aspirada y en el XVI esta aspiración ya había desaparecido, por lo que la H se seguía escribiendo aunque era muda, como en el estándar de hoy. En la mitad sur de España la F pasó a H aspirada y se mantuvo aspirada hasta hoy, de donde nos viene nuestro jacha, jigo y jiguera. Así la palabra escrita hoder se pronunciaba en toda España /joder/ (con J suave) en el siglo XV, pero en el XVI hoder se pronuncia en la mitad norte /oder/ y en la mitad sur /joder/. Es entonces cuando por algún motivo que desconocemos, la forma usada en el sur empieza a extenderse rápidamente por todo el norte. Pero para entonces el estándar ya no asocia esa aspiración a una H, sino a una J, de modo que se empieza a escribir joder con J. Es exactamente el mismo fenómeno que por ejemplo provocó que de fuelga saliera huelga en el norte y juerga en el sur, que luego con cierto cambio de sentido se extendió al norte.
También en el XVI vemos aparecer la forma escrita ya con J, pues la aspiración de la H ya había desaparecido en el estándar y esta aspiración de "hoder" tuvo ya que escribirse con la letra J. De este modo, en el XVI conviven en el estándar las dos formas, la del norte y la recién llegada del sur, como podemos ver en dos ejemplos de esta obra de 1528, La Lozana Andaluza, de Francisco Delicado:
"...y los que algo tienen piensan que les ha de faltar para comer, y a las veces sería mejor joder poco que comer muncho".
"De cuánto trabajamos, ¿qué será? "Ellos a hoder, y nosotras a comer" como soldados que están alojados a discrición".
A finales del XVI ya se ha impuesto la forma del sur, que es la que ha llegado hasta el presente.
Posteriormente en el sur se pierde la D intervocálica, dando lugar a joer, y con la posterior confusión entre la R implosiva y la L, saldrá también la variante joel, que era la más usada en Peraleda.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.