sustantivo, masculino
En español: Trapo, Desaliñado, Juerguista
1- Trozo de tela vieja.
2- Ropa vieja, que sienta mal, o es de escaso valor (sobre todo usado en plural).
3- Persona mal vestida.
4- Persona juerguista y amante de la fiesta.
Ver Farraguas1, Júngaro, Pindonguero, Ponel pingando, De pingos, De pingo mingo, Pingoneo, Salïor
1. ¿No tendrás pahí argún pingo pa limpiar esto?
2. Muchacha, ni te s'ocurra salir a la calle con esos pingos que llevas. Haz el favol de quitalte esa ropa, que se va' reil to'l mundo de ti.
3. Quítate ese vestido, que vas jecha un pingo.
4. Eres un pingo, to'l día pahí de fiesta.
Ver palabras relacionadas: Personalidad Personas Ropa
Origen: Asturleonés. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación de significado. Se usa en nuestra zona.
Etimología:
Del latín vulgar pendicare, variación del latín clásico pendere (pender, colgar). El sentido principal, el de trapo viejo o de harapo, es parecido al que tiene castellano, aunque no idéntico, porque en castellano se refiere a "harapo o jirón que cuelga" (en peraleo es indiferente el hecho de que cuelgue o no).
Muy probablemente procede de un antiguo verbo pingar, que todavía se conserva en el leonés y también en nuestra vecina Almaraz. En leonés pingar, además de gotear o manchar por goteo, se usa también con el significado de pender, colgar. Por eso se usa para indicar parte de una prenda queda colgando cuando no debiera, como en el caso de nuestros jarapales. De ese modo "llevas la camisa pingando" significa en leonés que te cuelgan los faldones, que tienes los jarapales fuera (en peraleo significaría que la llevas llena de suciedad).
Puede que de esa idea de ir mal vestido proceda -o viceversa- la idea harapo (de donde vienen nuestros jarapales), y desde luego el sentido derivado de persona que viste mal. También en castellano significa vestido feo o que sienta mal.
De ahí deriva el sentido de ropa vieja o de poco valor (porque parece un trapo viejo y feo). Este sentido también coincide con el castellano, y es frecuente oir por todas partes cosas como "he estado en el mercadillo y me he comprado cuatro pingos", entendido no en el sentido de ropa fea, sino barata, como quitando importancia a la compra (pero dándosela a lo bueno que soy comprando gangas). En Peraleda ese uso sería moderno, pues si alguien decía "Toñi s'ha comprao unos pingos en el mercaíllo" significaba que esa ropa era horrorosa y Toñi iba hecha un adefesio.
De ese sentido derivado también la cuarta acepción peralea, la de juerguista. Un juerguista, si acaba muy borracho, terminará con la ropa descolocada y los jarapales fuera; es decir, mal vestido. De ahí que se termine por aplicar pingo a cualquier persona muy amante de las fiestas. Se puede usar como insulto, aunque normalmente de tipo leve, o de forma neutra (esta muchacha es un pingo). Quizá esta acepción no sea tan exclusivamente peralea, pues en Méjico pingo se usa para referirse a los niños traviesos.
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