Utensilio usado para apoyar las rodillas al lavar a mano.

Recipiente rectangular de madera, dividido interiormente en dos cavidades con tapa. En una se echaba la sal y en otra el pimentón.

Vasija grande de barro cocido que sirve ordinariamente para guardar agua, aceite u otros líquidos o también para guardar la cecina o aceitunas guisadas. Es muy alta, con mucha barriga y la boca y la base bastante pequeñas. No tiene asas.

Tinaja muy grande, diseñada para no ser movida. Se usaba para almacenar líquidos no perecederos como vino, aceite o agua.

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Correas que sujetan la silla de montar al cuerpo del animal por delante, por el medio y por detrás.

Trozo cilíndrico de un tronco de árbol al que se le incorporan unas patas y se usaba en las carnicerías para trocear las carnes.

Trapo viejo, sucio y raído.

1- Utillaje, conjunto de utensilios u objetos necesarios para una actividad. 2- Trastos.

Instrumento de labranza para trillar las mieses compuesto por varios tablones que llevan incrustados en su cara inferior trozos de pedernal y cuchillas.

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Cada uno de los palos largos que se sujetan a ambos lados de la caballería y que van enganchados a la carga que lleve, por lo general el carro o el arado.

Cualquier vara, caña o palo largo y estrecho.

Vara fina y flexible.

Zacho (azada) de pequeño tamaño para escardar y limpiar las malas hierbas.

Pieza de madera a modo de guante, con que el segador resguarda los dedos corazón, meñique y anular de la mano con la que sujeta la mies.

Herramienta parecida a una azada pequeñita, compuesta de una plancha de hierro cortante y rematada generalmente en la cara opuesta por la cabeza de un martillo.