verbo, transitivo, coloquial
En español: Abofetear
Dar una serie de guantazos.
Ver Alumbral, Guantá, Rodeal la cara, Soplamoco
1. Mira niño, no me jagas momos, que voy ara mesmo y te guanteo la cara.
2. Vitorino se puso mu gallito con Pepe y Pepe arreó y le guanteó la cara. Que tuvieron que separal-los, que si no, s'espeazan.
Comentarios:
Casi siempre suele llevar el mismo complemento directo: la cara (te via guanteal la cara).
La RAE dice que es una palabra propia de Andalucía, Honduras, México y Panamá. Debería añadir también a Peraleda.
Ver palabras relacionadas: Acciones humanas Violencia
Origen: Germánico. Nos viene del catalán. Es castellano desaparecido. Se usa en el sur de España.
Etimología:
Guantear es dar guantazos o guantadas (en peraleo guantás). Ambas palabras provienen de guante más un sufijo que expresa golpe (-azo, como en porrazo, golpe con una porra, y -ada como palmada, golpe con la palma de la mano).
La palabra guante viene del germánico wante (en concreto del dialecto franco). De ahí pasó al francés gant, de donde pasó al catalán guant y de ahí al castellano guante.
Esta prenda de vestir, que cubre la mano, era muy simbólica para los germánicos. Lo tiraban a la cara de un adversario para desafiarlo a duelo. También los visigodos (germánicos igualmente) tenían esa costumbre. Durante la Edad Media, en la ceremonia en la que se nombraba a uno caballero, se le daba una bofetada con el guante puesto como símbolo de que esa sería la última vez en su vida que el sujeto consentiría que alguien le diera un guantazo sin responder.
En algunos países, como España, el reto era realizado públicamente con el golpe de un guante en la cara del oponente o se dejaba caer el guante ante los pies del desafiado quien lo recogía si aceptaba; desde entonces ha perdurado el dicho popular —«recogió el guante»— para indicar que alguien respondía a la provocación de un opositor. Esta costumbre medieval sobrevivió en España hasta finales del XIX.
Eso, golpear con el guante, es lo que literalmente significa guantazo o guantada, por lo que no es raro que surgiera por estas tierras del sur el verbo guantear. Pero guantear no es dar un golpe con el guante (o con la mano, sin quitar el guante), sino dar una tanda de golpes con la mano abierta, igual que porrazo es etimológicamente dar un golpe con una porra (hoy con cualquier cosa) pero aporrear se refiere a una tanda de golpes, apalear a una tanda de golpes con palo, etc.
No hemos podido averiguar en qué momento surge esta palabra que, por ser coloquial, no es probable encontrarla en textos escritos, pero atendiendo a su difusión por Norte y Centroamérica, es probable que existiera ya en el castellano del siglo XV o antes.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.