sustantivo, masculino, coloquial, peyorativo
En español: Pasmarote, Insulso, Soso, Impasible
Persona insulsa, insustancial y sosa, que parece no tener sangre en las venas.
Ver palabras relacionadas: Defectos Personalidad Personas
Origen: Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación de significado. Se usa en Peraleda.
Etimología:
La forma santiscario aparece recogida por la RAE en la expresión "de mi santiscario", significando "de mi invención", significado que no tiene nada que ver con el peraleo. Su etimología es desconocida. Lo que sí sabemos es que esta palabra es muy antigua. Ya aparece en la literatura del siglo XVI y por lo peculiar de su composición, probablemente sea mucho más antigua.
"Es vna monjita
que tiene vn almario
lleno de mil almas
para su hordinario;
de buenas alhajas
tiene vn inuentario
con mil inuenciones
de su santiscario.
(Romances, Luis de Góngora, c 1600).
"... y hacía otras nuevas y nunca vistas galanterías, las cuales de mi santiscario, como dicen, las hacía por no sacar mentiroso a mi amo". (El coloquio de los perros, Cervantes, 1613).
La palabra santiscario parece haber aparecido como forma coloquial para referirse a la cabeza. Eso es lo que nos dice Juan de Torres en su diccionario de 1596:
SANTISCARIO, ´caletre´, voz familiar y local, quizá debida a una alteración de santiguada en el sentido de ´cabeza´.
Puesto que nos santiguamos en la cara, de ahí pudo nacer esta expresión popular para referirse a la frente (probablemente influenciada por la palabra relicario). De ahí terminaría por referirse no a la cabeza física, sino a la voluntad e imaginación que en ella se encierran. Por esta razón lo mismo antes que ahora encontramos en algunos sitios esta palabra usada con el sentido de cabeza, mente, voluntad, y también capricho, invención o idea como se ve claramente en algunos textos:
"Cada uno interpreta la frase guiado por su santiscario". (Prontuario de hispanismo y barbarismo, Juan Mir y Noguera, 1908).
En muchas ocasiones se puede interpretar como un equivalente a "su santa voluntad", lo que enlaza con el sentido que conserva en algunas partes de España de persona terca imposible de convencer:
"...y todos han convenido en lo mismo que cada uno determinó para su santiscario, sin necesidad de aconsejarse con otro". (Carta a las Cortes de Cádiz, fray Francisco Alvarado, , 1811).
Es posible que sea ese sentido, de terco, el que en peraleo haya terminado derivando en persona insulsa, que no reacciona ni se inmuta.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.