Origen: Latín. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación de forma y significado. Se usa en nuestra zona.
Etimología:
De sahumerio, derivado de sahumar (dar humo aromático a una materia para que huela bien). En peraleo habría desaparecido el matiz de aromatizar, pero los vecinos pueblos de Toledo conservan la palabra sajumerio como humo maloliente, lo que demuestra que esa palabra rondaba por la zona, siendo en peraleo simplificada y variando un poco el sentido.
Del latín fumare (echar humo) con el prefijo sub- (debajo) salió subfumerio, que dio en el castellano safumerio, porque era la sustancia que producía ese olor (el incienso por ejemplo) y quedaba bajo el humo.
"e commo toda la camara estuuiere llena de aquel fumo del safumerio: abran vna delas ventanas e salga el fumo." (Gordonio, 1495).
Luego se extendió la palabra también al humo oloroso que el sahumerio producía. En nuestro dialecto la H, que en el siglo XIV se pronunciaba como la J, mantuvo la aspiración, perdió la primera sílaba (sa) y finalmente, de todos los sentidos, se quedó sólo con el de humo. Eso sí, abundante.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.