sustantivo, femenino, singular, coloquial
En español: Paliza
Ver Panaera, Tollina, Tórdiga, Tunda, Zurra
1. La que m'ha liao este joío muchacho, pero le he dao una toleana que ya verás tú como nô güelve.
2. Vente agora mesmo te digo, que como tenga que dil yo a pol ti te v'a metel tu padre una toleana que te vas a enteral.
3. Anoche los dos en el bar, que se metieron una toleana que nô sé cómo habrán llegao a casa, pero bien de leña que se dieron, dicen.
Ver palabras relacionadas: Castigos Violencia
Origen: Latín. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación de forma y significado. Se usa en Peraleda.
Etimología:
Del latín toletanus (de Toledo), de donde deriva el estándar toledano/a (natural de Toledo).
Quizá derive de la expresión "noche toledana", que hoy suele emplearse para referirse a una noche en la que no se ha logrado dormir (o que ha sido mala por cualquier otro motivo). En Peraleda también se dice de la noche muy fría y desapacible o de excesivo calor, que no deja dormir.
La expresión original hace referencia a la trágica noche que se conoció como la Jornada del Foso de Toledo, en donde los árabes, dueños de la ciudad, masacraron a buena parte de la alta sociedad mozárabe.
En el año 806 unos cristianos de la ciudad, hartos de la opresión de los dominadores árabes, mataron al hijo del gobernador. La reacción de éste fue demoledora. Invitó a su palacio a todos los nobles cristianos de la ciudad con el pretexto de organizar una fiesta de concordia para mostrar la tolerancia musulmana. Los nobles mozárabes invitados lógicamente recelaban de sus intenciones y no creían en una tolerancia que hasta ese momento no había existido, pero cuando los soldados les invitaban "gentilmente" a asistir, estaba claro que no tenían opción de rehusar la invitación.
A medida que los nobles iban cruzando la puerta de su palacio, el gobernador Amrús-al Lleridi los hacía decapitar y arrojar sus cadáveres a un foso, exponiendo luego sus cabezas al público para atemorizarles y convencerles de que su única opción era aceptar el yugo musulmán sin resistencia.
De este sentido original de matanza, es probable que saliera el sentido, más suavizado, de paliza, que es el que hoy tiene en Peraleda.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.