sustantivo, masculino
También: Perro Lanúo Negro (el)
Figura mitológica en forma de un peludo perro negro de aspecto siniestro que supuestamente encarnaba al demonio y atacaba a las mujeres que iban al arroyo a lavar en domingos o fiestas de guardar, incumpliendo así el preceptivo descanso.
Ver Culebra de Valparaíso (la), Musarañas, Tío la Sangre (el)
1. No m'ha vagao hoy de dil a laval la ropa y mañana es domingo asín que tampoco puêo dil, no me se vaye a apacel el Perro Lanúo.
2. No te rías de esas cosas que el tío Paco un Jueves Santo se jue a la era y ya no se le vio más. Dicen que el Perro Lanúo se lo llevó.
Comentarios:
En las sociedades de nuestros antepasados, reguladas por el catolicismo, los domingos y días festivos eran días de descanso, por tanto no se podía trabajar, ni tampoco las mujeres debían ir a lavar la ropa al arroyo, pozos u otros lugares empleados entonces para ello. En el caso de que alguna vecina rompiera la regla, siempre cabía la posibilidad de que se le apareciera el Perro Lanúo (lanudo); o sea, el demonio.
Ver palabras relacionadas: Animales Mitología
Origen: Es castellano con variación de uso. Se usa en algunas partes de España.
Etimología:
En un pueblo de Salamanca llamado Villa de Guadramiro también existe este personaje, e incluso una leyenda sobre él que puede leer aquí. Pero en este sitio el Perro Lanudo atacaba a cualquiera que rompiera el descanso. ¿Por qué en Peraleda sólo atacaba a las mujeres, y sólo cuando iban al arroyo? Posiblemente porque esta leyenda nos llegó a través de alguna mujer que la usó para advertir a otras del peligro de ir al arroyo en un día de descanso, con lo cual se convirtió en un mito que usaban las mujeres para meterse miedo entre ellas, mientras que los hombres no hicieron mucho caso del tema.
El miedo o recelo a los perros lanudos estaba ya extendido desde la Edad Media, y eso era causa o consecuencia de que se asociase a esos perros con el diablo. Estos refranes recogidos en 1549 nos previenen sobre ellos:
"La persona sanguina y el perro lanudo, primero muerto que lo vea ninguno".
"Hombre bermejo y perro lanudo, antes muerto que conoscido".
La asociación con el demonio la vemos, por ejemplo, en estas otras citas:
"A estos palmeros se les aparecía el demonio en figura de perro lanudo, y llamábanlo Irmene". (Historia de los heterodoxos españoles, Marcelino Menéndez Pelayo, 1880).
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.