Equivalente al español: Por un oído le entra y por el otro le sale
Se emplea para indicar que alguien a quien se le está dando un consejo, reprimiéndole un mal comportamiento, acción, vida, etc. no está haciendo ni caso.
Ver Pedrical
1. Ay, hijito, ya t'he dicho muchas veces que te dejes d'andal por las tabelnas y te pongas a trabajal, pero sí, sí, pedrícame, Pedro, pedrícame, Juan, que por un oído me entra y por el otro me sale.
2. Mira que se lo he dicho cantao y rezao, que d'esas cosas de los vídios y del intelné nô se pue vivil, pero pedrícame, Pedro, pedrícame, Juan. Pos tú sabrás, qu'aquí nô amos a estar toa la vía poniéndote las sopas.
Comentarios:
Esta expresión no la usa el reprendido, sino el reprensor al darse cuenta de que sus sabias palabras, su prédica, están cayendo en saco roto, y a menudo enfatizaba más añadiendo un sarcástico...."que por un oído me entra y por el otro me sale".
Campos semánticos: Chascarrillos Dichos Frases
Origen: Latín.
Etimología:
Pedricar es una metátesis de Predicar, es decir, mover al arrepentimiento, abrir los ojos a la verdad y la bondad, usada mucho en el castellano medieval hasta el año 1500 aproximadamente.
La referencia a Pedro y a Juan podría ser una referencia a los dos principales apóstoles, pero también puede ser simplemente una forma de referirse a cualquiera en general, igual que usamos "Fulano y Mengano", pues también encontramos ambos nombres usados de modo genérico en nuestra zona en el juego de pídola, que aparece igualmente en la famosa zarzuela de las lagarteranas, "El Huesped del Sevillano": "Y agáchate Pedro, y agáchate Juan, agáchate Pedro vuelvete a agachar", haciendo alusión en general a los niños que juegan al pídola.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.