En la Edad Media había muchos verbos que regían la preposición "de" y en siglos posteriores la perdieron o la sustituyeron por otra. Todavía podemos ver en nuestro dialecto un uso de esta preposición verbal más frecuente que en el estándar, debido a que ha conservado muchas de-s medievales que en el estándar se han perdido y otras nuevas, como por ejemplo con algunos verbos de los sentidos (Siento/oigo de llamal a la puerta / La vi de pasal). Pero no sólo pasa esto tras un verbo, también tras ciertos adjetivos (Está mal de hablal con la boca llena).
Estas dos preposiciones se juntan a menudo con verbos de dirección o movimiento, especialmente con el verbo venir (presente o sobreentendido) para expresar que uno ha estado en compañía de alguien o algo.