Sacal las perras (expr.)
1- Multar o imponer a alguien una sanción pecuniaria.
2- Estafar a alguien haciéndole pagar un precio demasiado alto, vendiéndole algo inútil o impulsándole a gastar más dinero del que debiera.
Fumal en pipa (expr.), Jumal en pipa (expr.)
(referido a un comerciarte, o a alguien que cobra por sus servicios) Carero, que cobra mucho.
Monedero
Bolsa pequeña o cartera, generalmente de cierre, para llevar las monedas.
Real
Antigua moneda española equivalente a 25 céntimos de peseta.
Conseguir, Comprar, Aprovisionarse, Proveerse
1- Conseguir de algún modo algo que se necesita.
2- Más concretamente, se usa mucho con el sentido de "comprar", siempre que no sean compras de gran valor que necesite un trato de por medio. Se puede recabar tomates o incluso una bicicleta, pero no se recaba una casa o una finca.
3- (pronominal) Sufrir consecuencias indeseables por alguna acción. Muy usado para cogerse enfermedades.
Intereses
Beneficio que rinde un capital en el banco.
Sacacuartos, Carero
1- Cualquier cosa o actividad que va a hacer que te gastes las perras sin necesidad, o incluso inútilmente.
2- Comerciante que cobra demasiado caro.
3- Persona o entidad que recauda dinero en exceso mediante impuestos, multas, etc. (gobierno, policía, Hacienda...).
Puesto de mercadillo, Mercadillo, Caseta de feria
En Peraleda no se usaba la palabra "tienda", sólo "comercio". La palabra "tienda" llegó de fuera ya por los años 60, y no se generalizó hasta finales del s. XX.
Sin embargo, cuando empezaron a celebrarse mercadillos semanales en Peraleda, Navalmoral y otros pueblos, a los puestos se les llamó "tiendas", pues así se había nombrado este tipo de puestos de venta desde los romanos (porque se tendía encima una tela para protegerlos del calor o la lluvia). Pero no duró mucho la palabra "tienda" para referirse a las de los mercadillos, pues aunque hoy aún se use así a veces, se ha generalizado mucho más hablar de "puestos", tanto para las tiendas de los mercadillos como para las que vienen en las fiestas de los pueblos. En ambos casos el Ayuntamiento asigna a cada vendedor (que ya no tendero) un puesto (lugar donde ponerse) en la zona.
Los puestos de las ferias, como pasaron luego a ser más sofisticados en forma de casetas metálicas, pronto comenzaron a denominarse así: "casetas".