Persona que recoge las aceitunas de los olivos.

Segar con la guadaña.

Aparejo de caballerías, básicamente de burros y mulos, consistente en una pieza acolchada (suele estar rellena de paja u otro material similar) y alargada en forma de U invertida que se coloca sobre el lomo del animal y cubre los flancos de este.

Faja en la que se divide el terreno para sembrar de forma uniforme. Ocupa de ancho lo que da de sí el brazo al sembrar.

Empaquetar la hierba o paja, hacer alpacas (pacas).

Dar la primera vuelta a la tierra con el arado.

Pasar los maraños o soles por un terreno que se ha segado para juntar la hierba en hileras.

En las guarniciones de las caballerías de tiro, piezas de vaqueta que caen junto a los ojos del animal. Su función es evitar que vea por los lados y así no se asuste o distraiga.

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El arado usado en Peraleda era el típico arado romano, que se llamaba de palo o de hierro según el material del que estuviera hecho.

Instrumento de labranza consistente en una pala cuadrada a la que se une por la parte posterior un astil o mango y que sirve para cavar y remover la tierra.

Herramienta de labranza parecida a la azada, de la que se distingue por su mayor tamaño, la pala más larga que ancha y curvada.

Botijo.

1- Pequeño yunque para afilar (picar) la guadaña. Consistía en una pieza de hierro con un formón que se clavaba en el suelo y una base sobre la que se apoyaba la guadaña para martillearla, alisando y sacando el filo de ese modo. 2- También se llama así a la piedra donde se apoyaba la guadaña con el mismo fin.

1- Cada uno de los surcos paralelos que se hacen con el arado. 2- Primer surco que se abre en la tierra al empezar a arar.

Bieldo, por lo general de madera, que posee más dientes y más largos que el bieldo normal.

Dar una segunda cava después de haber nacido la cosecha para eliminar las malas hierbas y ahuecar la tierra. Se hacía con el arado, pero detrás había que ir cavando con una azada para apoyar la planta (rodear el tallo bien de tierra para que crezca derecha) y quitar las hierbas que el arado no hubiera arrancado.

Punta afilada de la reja metálica del arado que penetra en la tierra al arar, rompiéndola.

Especie de manga postiza, por lo general hecha de lona basta, que protegía el brazo del segador de los cortes de la hoz.

Correaje que ciñe y sujeta la cabeza de las caballerías al que está unido el ramal. Se usa para sujetarlas o para conducirlas caminando.