adjetivo, coloquial, peyorativo
En español: Maldito, Dichoso, Condenado
1- Adjetivo para maldecir, que se usa delante de un sustantivo que se refiere a algo que nos produce enfado por algún motivo.
2- En un uso más suave, puede tener simplemente un sentido enfático y a veces incluso divertido y hasta positivo.
3- También se puede usar como interjeción, para exclamar enfado o fastidio.
Ver Malrayo1
1. ¡Te pace a ti que no, el demonio del muchacho la que m'ha preparao ahora! To los platos rotos, vêlahí.
1. Pos esta rachaúra es que salí corriendo y m'enganché asina con el demonio la puerta y hala, ¡ras! y me apañé, hijita.
1. ¡Pero demonio! A ver si ara no via sel escapaz de atal esto bien. Pos si lo jago to los días ¿y ara qué pasa?.
2. Oys el demonio de tu prima lo que m'ha dicho. Izque con este peinao m'he quitao diez años d'encima. Ays qué demonio.
3. Cállate ya, ¡demonio!, que eres mu cansino.
Comentarios:
Normalmente se dice "el demonio de...", siendo frecuente suprimir el "de".
También se usaban las formas: maldito, dichoso y condenado, aunque demonio es con mucho la forma más usada.
Ver palabras relacionadas: Interjecciones
Origen: Griego. Nos viene del castellano antiguo. Se usa en nuestra zona.
Etimología:
Demonio nos llega a través del latín tardío y deriva del griego δαιμόνιον, daimónion (genio o divinidad menor).
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