Ver Ayer u hoy, Col, Cuánto ha (que), Dende cá
1. —Ya estamos aquí ¿Es qu'has espenzao ya a recogel los melones? —¡Ende cá, coles! A las 7 la mañana estaba yo ya aquí. Vaya formaliá.
2. ¡Pero güeno, qu'es de tu vía! ¡ende cá coles que no te veo!
3. ¡Ende cá coles que fue! que ibâmos a la Vega Alarza con un cacho e sardina pa to el día.
Comentarios:
Se puede usar de dos maneras: la primera con entonación normal equivale a hacer mucho tiempo de un suceso:
¿Cuánto hace que te casaste? - ¡Ende cá coles! (hace mucho).
La segunda forma de uso se hace con tono de exclamación y viene a significar "¡Anda que no hace tiempo de eso!". Se suele completar con una subordinada "que...":
¿Cuánto hace que te casaste? ¡Ende cá coles que fue! (¡Anda que no ha pasado tiempo!).
Campos semánticos: Tiempo cronológico
Origen: Se usa en nuestra zona.
Etimología:
Dende viene del latín deinde (después) y en la Edad Media significaba, entre otras cosas, desde, manteniendo este uso en algunos dialectos de España y América, aunque ya hace siglos que desapareció del estándar. Ende es una variación posterior de dende con pérdida de la D inicial.
La forma cá es una contracción de que ha (¡dende qu'ha!), teniendo ha el sentido de hace, como en "tiempo ha que no te veo". De este modo la expresión dende cá sería evolución de formas como la siguiente:
"... el cual pueblo no ha tenido mas vecindad que tiene al presente y antes se ha acresentado que desminuido desde que ha que tenemos noticia de el y no se la oído cosa en contrario".(Relaciones histórico-geográficas-estadísticas de los pueblos de España. Reino de Toledo, Anónimo, c. 1580).
Usando esa misma estructura y transformándola en exclamación, podríamos decir "¡desde que ha que tenemos noticia de él!" que, debidamente contraído, daría el peraleo "¡dende cá que tenemos noticia de él!" (= hace mucho que tenemos noticias de él).
Finalmente se crearía luego la expresión extendida ¡ende cá coles!, que es forma enfática. Esto se debe a que se añadió a la expresión la exclamación ¡coles!, que equivalía a ¡concho! o ¡caray!, y que era una forma eufemística de evitar la exclamación ¡coj**es!. Vemos esta exclamación usada en este texto del siglo XIX:
"¡Eso sí, coles! -exclamó Pedro Juan, largando a escape la ahijada". (La puchera, Jose María de Pereda, 1889).
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.