Esta poesía la dije yo a la Virgen cuando tenía yo diez años un Viernes Santo. Os la voy a decir ahora para que lo sepáis.

Eres la Virgen María y tienes cara de rosa.
Ahora la llevas marchita y te llaman la Dolorosa.

Te llaman la Dolorosa, y es nombre bien merecido
Porque llevas el dolor de la muerte de tu hijo.

Aquél que se fue al desierto para orar y hacer milagros
Y después le dieron muerte en el Gólgota o Calvario.

Le dieron muerte cruel delante de tu presencia,
Y así murió ese Cordero perdonando con clemencia.

Le bajaron Nicodemus y José de Arimatea,
Y a ti te lo presentaron, y al pueblo de Peraleda,
Porque es en esta provincia el pueblo que más resalta.
Con orgullo le decimos Peraleda de la Mata.