Origen: Latín. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación de forma y significado. Se usa en Salamanca.
Etimología:
Del latín verres (semental del cerdo) que dio en el estándar verraco. De ahí procede esta acepción por similitud del gruñir del cerdo cuando se le agarra para matarlo.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.