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La planta de tabaco negro, antaño el más habitual en la zona, se cortaba por el tallo y se colgaba boca abajo -sin deshojar- en los secaderos. Cuando la planta se había secado, se aprovechaban los días húmedos o neblinosos del otoño o el invierno para descolgar las plantas e ir arrancando las hojas del palo. El motivo era que así la hoja estaba flexible y no se deshacía.
Estas hojas se agrupaban en manojos (manillas) que se sujetaban enrollando una de las hojas alrededor de las demás por la parte superior del manojo.
Ver palabras relacionadas: Agricultura
Origen: Latín. Se usa en América.
Etimología:
Del latín manus (mano) que en castellano dio mano. De ahí, con el diminutivo -illa procede manilla, (manojo de hojas de tabaco). Lo curioso es que manilla con el signficado de manojo de hojas de tabaco es un signficado que la RAE recoge en Cuba.
El cultivo de tabaco en nuestra zona no ha sido tradicional, sino que es relativamente reciente, ya que es un cultivo de regadío. Por ello es de suponer que de alguna manera nos llegó la acepción cubana, bien porque algún cultivador cubano hubiese venido a asesorar a agricultores españoles (no necesariamente de Peraleda, puesto que la palabra es usual en las zonas tabaqueras de toda la provincia de Cáceres), bien porque alguien de aquí hubiese ido a Cuba para aprender sobre el cultivo de esta planta, originaria precisamente de América.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.