Origen: Latín. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación fonética. Se usa en el sur de España.
Etimología:
Del latín meiare (orinar), que dio en castellano mear, de donde deriva meada. Por pérdida de la -D- intervocálica nos da en principio meaa y finalmente meá, por contracción de las dos aes en una sola.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.