Es un modo de preguntar cuánto cuesta algo que suponemos es muy caro. Suele encerrar un reproche por pensar que no está bien que nos pidan tanto o que se hayan gastado tanto en ello.
1. —Pos el arao son 500 duros. —¿500 duros? ¿Pos y cómo se llama? —¡Pero hombre, tio Nino! ¿Es que le pace a usté mucho? Pos se lo estoy dejando más barato por ser usté.
2. —La he comprao un anillo de oro a la tia Sergia, mira qué bonito. —Umm, sí, sí. ¿Y cómo se llama? —Mira hermana, que la última trampa el cuerpo la paga.
Comentarios:
Esta curiosa expresión se usa también en Toledo.
Campos semánticos: Comprar y vender Economía
Etimología:
La idea probablemente venga de que el objeto en cuestión debe de tener tanto valor que deberíamos ponerle un nombre propio, como a las personas.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.