Equivalente al español: Erre que erre
Expresión que se usa cuando alguien insiste terca y porfiadamente de forma cansina.
Ver Arache cavache, Jarre
1. Y yo diciéndole que nô, que nô habiâs sío tú, y él, jerre que jerre, que sí, y que sí, y dale. Así que ve tú y se lo dices.
2. Me pidió perras y yo le ije qu'estaba sin blanca, pero él, jerre que jerre. ¿Pos nô se me vino detrás y to?
Comentarios:
Equivalente al estándar erre que erre.
Campos semánticos: Expresiones
Origen: Árabe. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano desaparecido. Se usa en el sur de España.
Etimología:
Esta expresión proviene del hispanoárabe, de la expresión morisca hirr ummak (pronunciado jirrummak), que literalmente significa lo mismo que el argentino la concha de tu madre (por no poner lo que traduciríamos aquí en España).
Si alguien harta mucho por pesado, que no para, le insultarían diciendo "hirr ummak, hirr ummak" que, con acento castellano, y por sucesivas pérdidas de vocales átonas, sería jérrumake jérrumake→ jérruke jérruke→ jérque jérque y finalmente terminó en la forma herre que herre, con la H aspirada en J suave. Cuando la aspiración de la H se perdió, en el estándar quedó como erre que erre (se confundió con el nombre de la letra R y dejó de escribirse la H). En Peraleda y el suroeste en general, donde la aspiración de la H no se perdió, quedó como jerre que jerre.
La terminación que de jerque se confundió con la conjunción castellana que, equivalente a Y con función reduplicativa, como en otras expresiones: dale que dale, dale que te pego, mira que te mira, toca que te toca. Como estas expresiones con que tienen idea de reiteración, encaja bien con la idea de que alguien muy pesado insistiendo.
Una variante de esta explicación dice que los arrieros moriscos dedicaban ese insulto a sus mulas, de modo que cada vez que cada vez que una terca mula cargada dejaba de caminar o aminoraba el paso, le soltaban cabreados la lindeza de hirr ummak. Por usarla de forma repetida terminó abreviándose simplemente a hirr, hirr, de donde probablemente salió el castellano harre, harre, que cuando la H dejó de aspirarse se quedó en "arre, arre". Si esta otra explicación fuera la correcta, entonces el que no vendría de la terminación árabe, sino que sería propiamente el que reiterativo castellano, formando herre que herre sobre la misma estructura que dale que dale, expresando repetición.
Ambas explicaciones son posibles, pero en cualquier caso el origen sería igualmente el insulto hispanoárabe hirr ummak.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.