adjetivo, participio pasado
En español: Enfurruñado, Malhumorado
1- Dícese de quien está enfurruñado, mohíno o tristón.
2- (dicho de animales, aunque a veces también de personas) Que han sido irritados o provocados hasta volverse agresivos.
Ver Aperreal, Enfurruscalse, Maltocado
1. Ahí lleva to la mañana aperreao sin querer salil porque no l'he querío compral unos caramelos que se l'han antojao.
2. No te acerques al gato, que me lo tiene el niño aperreao, venga a tiral-le del rabo, y es escapaz de avïalte un arruñazo que pa qué.
• Lleva un mes en el paro y está aperreaíto en casa. A vel si le llaman pronto pa'l tabaco, porque si no, le v'a dal algo.
Comentarios:
Estar aperreado básicamente sería estar enfurruñado, por una mezcla entre aburrimiento y enfado. A veces también por hartazgo ante una situación negativa que se prolonga en el tiempo.
En el caso de los animales, prevalece lógicamente la idea de enfado y cuando un animal se enfada resulta peligroso.
Ver palabras relacionadas: Sentimientos
Origen: expresivo. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación de significado.
Etimología:
Variación de significado del estándar aperrear, una de cuyas acepciones podría estar en la raíz del significado peraleo: "fatigar mucho a alguien, causarle molestia y trabajo". Viene de perro, pues aperrear era en la Edad Media era echarle a alguien los perros para que le atacasen.
...e porque no trujo tamemes para la partida, o oro, o plata que decían que él le pedía, le aperreó, e así aperreado e mordido de todas partes, nos partimos de allí e le dejamos a puertas de su casa. (Relación de la entrada de Nuño de Guzmán, García del Pilar, 1531).
Aunque muy pronto adquirió el sentido de irritado que se conserva en peraleo:
¿Más gusto hallas en ir aperreado, inquieto, tocándote al arma a tu descanso cada día las espías de tus pensamientos vengativos. (Segunda parte de la vida del pícaro Guzmán de Alfarache, Mateo Luján, 1602).
El origen de la palabra perro es incierto. Probablemente, sea de creación expresiva a partir del sonido con el que antiguamente los pastores azuzaban a los perros para que corrieran a tras el ganado (¡perr-perr!), basándose en el gruñido de este animal (¡prr!), empleándola especialmente para que haga mover el ganado y para que este obedezca al perro (compárese el gallego apurrar= 'azuzar los perros').
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.