sustantivo, masculino
En español: Patatús, Soponcio, Ataque
Enfermedad, ataque o mal repentino.
Ver Acendoque1, Cerecía, Penterre
1. Yo que sé, hijita, qu'ha sío. Después de merendal s'iba echal un poquine a dormil y l'ha dao un acendoque, que me creía yo que se m'iba p'al otro barrio.
• Esta mañana según salía pol la puerta l'ha dao un acendoque. S'ha puesto a tirital, le salía espuma pol la boca y no podiâmos jadel vida d'él ¡Qué susto, hijita!
Ver palabras relacionadas: Síntomas de enfermedades
Origen: Latín. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano desaparecido. Se usa en nuestra zona.
Etimología:
Un documento fechado en 1463 en el Monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo (ms 2189) nos da un listado de valoraciones de bienes, y entre otras cosas cita estas:
Un acendoque de nogal, el mayor, con sus asas, quinientos maravedís. Un acendoque de nogal con unos cordeles alrrededor trescientos maravedis. Otro acendoque de nogal, más pequeño, doscientos y ochenta maravedís.
Con esto seguimos sin saber qué era en castellano medieval un acendoque, pero sabemos que era un objeto que podía ser de madera y que tenía asas, es de suponer que para transportarlo. Si supiéramos qué clase de objeto era ese tal vez podríamos encontrar la relación con el significado de nuestra palabra.
Otra posibilidad es que esta palabra saliera de una frase latina antaño conocida. En tal caso "acendoque" sería acendo (hablativo de gerundio del verbo acere, de donde sale también nuestro acêo, agrio) más el enclítico que (y), así que literalmente significaría "y agriándome" o "y volviéndome desagradable". Es fácil ver que cuando a un niño le da un acendoque (rabieta) se vuelve desagradable, o que cuando a un adulto le da un acendoque (patatús) su salud se agria.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.