s. XIV
Valparaíso se levantó en la Edad Media sobre las ruinas de un pueblo romano. Hoy sólo quedan restos de su iglesia, su puente, que se dice que es romano, una fuente romana y el espíritu de sus fantasmas y leyendas, que siguen poblando sus campos a orillas del arroyo que lleva su nombre, junto a la calzada romana que camino de Augustóbriga pasaba por Peraleda.
Aunque se puede acceder en coche desde la autovía A5, en la salida del km 174, los senderistas preferirán llegar desde Peraleda, caminando por el recto camino que era la calzada romana. Al cruzar el puente se encontrarán en tierra de leyendas y misterios, y sólo los más valientes se atreverán a buscar sus ruinas en la noche.
En el trozo de camino que va desde el puente hasta los restos de la iglesia, tal vez por estar en una hondonada cerca del arroyo, no es extraño encontrarse por la noche con jirones de niebla que se atraviesan como si fuesen gasas flotando en el aire. Allí es justo donde a veces se ve el fantasma de una niña vestida de comunión. Puede leer sobre esta espeluznante historia aquí: La Niña de la Comunión.
Entre los muros de piedra que rodean lo que antaño era el pueblo, algunos aseguran haber visto fugazmente el reflejo de las escamas de otro de sus perennes habitantes: la Culebra de Valparaíso, que guarda un tesoro aún escondido en las entrañas de lo que fue un pueblo floreciente, pero que un día fue arrasado por una plaga de hormigas. O eso dicen, pero ¿quién puede decir qué es verdad en la tierra de los mitos?
En la zona se han encontrado tumbas romanas, incluido el conocido como Tesoro de la Cañada (hoy en el museo provincial) y los restos de una importante villa romana cuyas columnas desaparecieron hace no muchas décadas. Aún no es muy raro encontrarse una moneda romana rodando por el suelo entre el terruño, y por toda la zona hay restos líticos de la cultura auriñaciense del paleolítico superior. Según los expertos, estos restos eran tan importantes que de haberse conocido antes que los encontrados en Aurignac, hoy esta cultura se llamaría peraledense. Décadas de saqueo han hecho que la mayoría de estos restos luzcan hoy en museos de todo tipo o en vitrinas privadas.
Pero no todo en Valparaíso es fugaz o elusivo, el puente romano sigue en pie a unos 10 minutos de las ruinas de la iglesia. Antes de llegar al arroyo hay que desviarse por un sendero que sale a la derecha y que a veces está cubierto por la yerba, pero lo encontrará fácilmente porque está señalado en Google Maps.
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Escrito por Angel Castaño