La piedra de Salomón

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Desde la plaza mayor de Peraleda, si miramos pacientemente la fachada norte de nuestra iglesia, acabaremos por encontrar una piedra labrada que no parece tener ninguna relación con los lisos sillares de los muros del templo. No sabemos de dónde salió esa piedra ni por qué la colocaron allí, pero si en algo podemos fiarnos de las antiguas leyendas, esa piedra proviene ni más ni menos que del Templo de Salomón, y representa al Ángel de la Sabiduría, que al hablar echa flores por su boca.

El escéptico puede replicar que los judíos no tienen imágenes labradas y por tanto no puede venir de Jerusalén, pero eso no es del todo exacto. En la Biblia se nos cuenta cómo en el Templo de Salomón había esculturas y relieves, sobre todo de querubines, así que bien podría ser éste uno de aquéllos querubines, o al menos haberse inspirado en ellos.

También puede parecer extravagante que Peraleda pretenda tener una conexión directa con la lejana Jerusalén de tiempos bíblicos, pero tampoco ese punto es del todo extraño si atendemos a indicios de nuestro remoto pasado.

Sabemos que el Reino de David tenía relaciones comerciales con Tarsis, al final del mar, lo cual nos sitúa en Tartesos, en la zona de Cádiz y Huelva y cuya influencia llegaba hasta Badajoz. Cada año iban y venían naves de Tarsis a Jerusalén. Cuando Salomón construyó el templo intensificó el comercio con Tarsis, sobre todo por la necesidad de oro. Las naves llegaban a lo que hoy es Doñana y allí comerciaban con el oro que venía del norte, principalmente de las montañas de León, pero también de las antiguas arenas auríferas del Tajo, tal como nos cuentan los historiadores griegos y romanos. No es por tanto extraño que los tartésicos no sólo subieran por la llamada Ruta de los Metales hacia el norte para comerciar, sino que también tuvieron pequeños asentamientos comerciales en diversos lugares de la ruta, incluido el muy estratégico Vado de Alarza, en Peraleda, donde se han encontrado restos tartésicos.

Por lo tanto es bastante posible que, como a menudo sucede, la leyenda de la Piedra de Salomón tenga al menos cierta base histórica. O tal vez mucha base histórica. Posible es, creíble… depende de cada uno. Pero si quieres conocer esta bella leyenda de primera mano puedes leerla aquí:

 

Leyenda de la Piedra de Salomón

 

El visitante que llegue a la plaza de Peraleda tiene el pequeño reto de buscar la piedra hasta encontrarla, y cuando la halle, podrá rezar un padrenuestro -en latín ha de ser- pidiendo sabiduría, que no se irá sin tenerla, o al menos aumentarla. O eso es lo que nuestros antepasados nos enseñaron.

 


Localización:

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Escrito por Angel Castaño

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