Esta atracción no es algo que se pueda captar bien en una foto, es una experiencia que tendrá que revivir usted mismo, como tantos peregrinos que aquí vinieron antes de usted en tiempos medievales, o quizá también desde siglos o milenios antes. Si el estrés de la vida actual le pesa y le desconecta, tal vez tenga ahora su oportunidad de purificarse y reconectar, pues esa fue desde antiguo la misión del Círculo que ahora le vamos a presentar.
Si lo prefiere puede ver el siguiente vídeo sobre el Círculo Sagrado (17 minutos)
de lo contrario siga leyendo este resumen.
En la imagen superior podemos ver algo muy misterioso. Hay un círculo aún casi perfecto trazado en nuestro caótico callejero que todo indica fue el inicio de Peraleda. La muralla o cerca original ha desaparecido, pero todavía están casi intactas las 4 plazuelas que marcan las 4 puertas de entrada al recinto. Esas puertas sugieren un cruce de calles muy al estilo de las poblaciones antiguas, como las romanas, pero tienen algo muy extraño: no están orientadas al norte, hacia los cuatro puntos cardinales como ocurre en estos casos, sino que se orientan hacia el noroeste. ¿Por qué? ¿Qué hay o había en esa dirección?
Cuando se construye la iglesia, el centro de nuestro templo se coloca justo en esa misma línea noroeste, y por algún motivo se considera que el diámetro del círculo es una medida tan importante que el templo se construye fuera del núcleo de población, pero duplicando con total exactitud la distancia de ese diámetro (126'70 m.). Y ahora ya sí tenemos un eje que nos permite ver con total claridad hacia dónde se orienta esa estructura en forma de perfecta cruz latina. Si lo prolongamos en línea recta llegaremos justo al centro de la iglesia de Santa María de la Mata (vulgo San Gregorio), a unos 5 kms más allá del pueblo.
Si realmente el punto focal era Santa María, entonces habría que asumir que cuando se fundó Peraleda esa iglesia ya estaba allí, o sea, el Círculo Sagrado sería medieval y posterior al s. XII. Pero hay otra posibilidad, que Peraleda se fundara apuntando a un punto mágico o sagrado mucho más antiguo, y posteriormente Santa María se construyera también justo en ese punto, con lo cual Peraleda, o al menos la estructura sobre la que se construye Peraleda, podría ser anterior, incluso muy anterior al s. XII. En ese caso ¿qué lugar mágico o religioso pudo haber allí? La respuesta tal vez la tengamos en la ladera debajo de Santa María, en donde aún se encuentra una fuente de aguas curativas muy conocida hasta que la Guerra Civil destruyó el balneario. Esa fuente curativa sería considerada un lugar de culto para nuestros antepasados celtas o romanos que habitaban la zona (por allí se han encontrado tumbas romanas), siendo el hábitat de alguna deidad de las aguas a la que se atribuía el poder milagroso o mágico del manantial. En tales casos lo normal era construir un templete junto a la fuente, que naturalmente se haría en lo alto de la cuesta para así estar junto al camino y tener visibilidad. Ese templo pasaría a encarnar la “fuerza” del lugar y así se convertiría en un lugar de peregrinación para la zona y un punto focal.
Si esta hipótesis es correcta, el Círculo de Peraleda pudo haberse creado en época celta o romana, y aunque esas religiones pasaron, la memoria de la santidad o magia del lugar permaneció hasta la actualidad. Esta sospecha aumenta aún más si tenemos en cuenta que siglos antes de construirse ahí Santa María, antes aún de los árabes, se cristianizó el lugar construyendo allí una iglesia o capilla. Fueron los visigodos en el siglo VI o VII quienes la construyeron, pues se ha encontrado allí mismo un pebetero litúrgico (para quemar incienso) de bronce de época visigoda. Los árabes arrasarían la iglesia y no será hasta siglos después cuando el obispo de Plasencia decidió levantar allí mismo (¿dónde mejor?) la actual iglesia de Santa María, probablemente sobre los mismos cimientos de la anterior, tal como ocurrió en otras zonas. Con esa historia, no extraña tampoco que fuera allí mismo donde se apareciera la Virgen sobre un chaparro, ni tampoco que aun en pleno siglo XX fuese un lugar famoso por sus avistamientos de ovnis o fenómenos extraños, hasta el punto de que incluso de Madrid venían para grabar allí psicofonías, pues se consideraba, y aún es considerado, uno de los puntos de energía telúrica más importantes de la península.
Estos círculos sagrados situados en o cerca del final de una ruta de peregrinación los encontramos también en otras partes de Europa y del mundo en la Edad Media pero también en la más remota antigüedad. En algunos casos se ha podido atestiguar, o incluso aún funcionan así, su finalidad de concentración de energía o de última fase de purificación antes de llegar al destino o ambas cosas al mismo tiempo.
Como núcleo de concentración de energía, el Círculo Sagrado actuaría como receptor de la sacralidad del vecino punto de Santa María, convirtiéndose así en un manto protector para los habitantes del asentamiento de Peraleda. Como último rito de purificación para los peregrinos, la ceremonia habitual era que al llegar al círculo, sintiendo ya cercano el fin de su largo viaje, los peregrinos recorrían su circunferencia dando tres vueltas a su contorno, siempre en el sentido de las agujas del reloj (a imitación del curso del sol en el cielo) para finalmente dirigirse al centro del círculo y meditar allí mientras su alma se purifica y se hace digna de presentarse ante el lugar sagrado final.
Que Peraleda fuera una escala de peregrinación ya desde tiempos ancestrales no lo sabemos, pero sí parece claro que al menos en la Edad Media confluían aquí dos rutas diferentes que, desde el centro de la península, iban a Santiago de Compostela formando un camino al norte y otro al sur del Valle del Tajo. En Peraleda ambas ramas se juntaban cruzando el río por el Vado de Alarza, y desde aquí se dirigían a Santa María, que por algo se llamaba por entonces Santa María de Compostela, para luego enlazar con el Camino de la Plata rumbo a Santiago. El rastro de ambos caminos está formado por el rosario lineal de todas las iglesias, hospitales y conventos dedicados a Santiago que hay en la submeseta sur.
Pero durante la Edad Media este lugar, donde se veneraba la imagen de la aparecida Santa María de la Mata, era en sí mismo, según cuenta Fray Alonso Fernández, uno de los santuarios marianos más importantes de la diócesis de Plasencia (hasta que la aparición de la imagen de Guadalupe en el s. XIV eclipsó a todos y atrajo hacia sí las demás peregrinaciones).
Por lo tanto el Círculo Sagrado está conectado con la purificación, la protección y la peregrinación desde al menos la Edad Media, aunque también es posible que estemos ante la cristianización de un fenómeno siglos o milenios más antiguo. Lo importante es que la experiencia todavía está viva y el visitante puede hoy convertirse en peregrino y realizar la ceremonia de purificación igual que en tiempos pretéritos lo hacían nuestros ancestros.
Al llegar a la plaza mayor, en el suelo, frente a la entrada del Ayuntamiento, verá el inicio de un camino de flechas que le guiará hasta el inicio del Círculo Sagrado. Allí encontrará un panel explicativo con instrucciones y siguiendo las flechas del suelo podrá hacer su propia peregrinación tres veces alrededor del Círculo (en el sentido de las agujas del reloj) para terminar purificándose sobre la losa de granito que marca el punto central (esta piedra se llama el "centrum"), igual que fue y que será.
La peregrinación del círculo comienza en este punto:
Escrito por Angel Castaño