sustantivo, masculino
En español: Tarangallo
1- Palo que se cuelga del cuello de los animales para impedirles bajar la cabeza hasta el suelo. Especialmente referido al palo que se coloca a los galgos para que no corran si no están de cacería.
2- Badajo del cencerro.
1. Nô te dé mieo del galgo, prenda, ¿no ves que con el tanganillo nô pue correl?
2. S'ha perdío er tanganillo del campanillo de la vaca. Si nô apaece, via tenel que jadel uno d'un cacho rama d'encina.
Comentarios:
En el estándar significa "palo, piedra o cosa semejante que se pone para sostener y apoyar algo provisionalmente", lo que se puede aplicar en este caso al perro, aunque no se apoya. La acepción peralea también se recoge en el estándar, aunque casi no se usa. Aquí era la única forma de llamarlo.
En el caso del badajo del cencerro, adquiere ese nombre por analogía con el palo que cuelga del cuello de un animal.
Ver palabras relacionadas: Utensilios de animales
Origen: Asturleonés. Nos viene del castellano antiguo. Es español inusual. Se usa en algunas partes de España.
Etimología:
Del celta taranca (barra de hierro). De taranca deriva taranga, con el sufijo gallego (o portugués) -allo, sufijo diminutivo y despectivo equivalente al castellano -ajo (espantajo, migaja, sombrajo). Por eso lo más probable es que esta palabra nos haya llegado a través del leonés.
En el estándar tarangallo es un palo largo que se pone colgando del cuello de los perros para que no puedan bajar la cabeza hasta el suelo.
De ahí procede taranganillo como diminutivo y de este, por simplificación, tanganillo.
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