Si hay algún alimento que no le gusta a una mujer, el marido no lo va a comer porque de la comida se encarga ella.
Ver Marío1
1. Macho, con lo que me gustan a mí los morros fritos, no los como nunca en casa. Como a la parienta no le gustan, ya se sabe: lo que no le gusta a la mujel no le jade daño al marío.
Comentarios:
Hasta hace relativamente poco quien se ocupaba en la casa tanto de cocinar como de hacer la compra era la mujer. Por tanto, si a una mujer no le gustaba, por ejemplo, el hígado, ni lo iba a comprar ni lo iba a cocinar, por más que al marido sí le gustase. Así pues, no le iba a hacer daño (sentar mal) por la sencilla razón de que no lo iba a comer.
Campos semánticos: Refranes
Origen: Se usa en algunas partes de España.
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