Expresión usada para indicar que algo o alguien sirve para todo.
Ver Ingüento1
1. Este muchacho es como el ingüento amarillo, lo mesmo pinta qu'arregla el tejao, que guisa, que lava la ropa... Da gusto, hijita.
2. Lo jade to, pero to mal. Es como el ingüento amarillo, que pa to vale y pa na aprovecha.
Comentarios:
Normalmente se usa siempre la primera parte de la expresión, y en ese caso resulta elogiosa: "Hijito, eres como el ingüento amarillo" (haces cualquier cosa, sirves para todo). Pero suena irónica y despectiva si se utiliza completa: "Ay que vel, eres como el ingüento amarillo que pa to vale y pa na aprovecha" (haces de todo, pero nada bien). Esto resulta peculiar, pues en el resto de España ser como el ungüento amarillo siempre daba idea de inutilidad.
Campos semánticos: Comparaciones Dichos
Origen: blank. Es español inusual. Se usa en algunas partes de España.
Etimología:
Sería el equivalente al Bálsamo de Fierabrás, y tan mítico y fantasioso como aquel. Dicho ungüento debió de ser antaño famoso por todas partes y con la misma fama, porque en algunos sitios de España hemos encontrado la expresión: "eres como el ungüento amarillo, que para todo vale y para nada sirve". También se encuentra a veces en el español moderno con el sentido de remedio universal que todo lo arregla: "Votar no es el ungüento amarillo que arregla todos los problemas sociales".
Este ungüento era un antiguo remedio medicinal de color amarillo, de ahí el nombre, pero antes se llamó ungüento de basilicón, pues decían que lo sacaban del cuerpo del basilisco, criatura mítica y mágica. Copio aquí una cita del doctor Castillo de Lucas hablando de este ungüento en una publicación de 1954:
"Se dice en él que en un manuscrito español del siglo XVI, dedicado a don Juan de Austria, el basilisco figura con cabeza y pies de gallo, boca y cola de dragón, tiene ocho pies muy juntos, la cresta blanca, los ojos coloreados, el vientre llano y duro, el lomo alto y lleno de conchas (...) durante muchos siglos ha prevalecido en las farmacopeas el llamado ungüento basilicón, a base de cera amarilla, colofonia, resina en polvo, sebo de carnero y aceite de oliva y se le usaba como cicatrizante, antidoloroso, revulsivo, antiflogístico... en fin, para todo, pero no curaba nada, aunque daño no hiciese.".
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.