En español: Echar el guante
1- Atrapar. Supone que la persona o cosa a la que echas el guante está desprevenido o está haciendo lo posible por no ser atrapado.
2- Conseguir una cosa difícil (especialmente si la anhelas).
Ver Afianzal
1. Yo nô sé quién me s'está llevando las sandías pero como l'eche el guante yo a quien sea se va a enterar pero bien enterao.
1. Mira, hay una mosca que me tiene corruta esta tarde. Ya verás como la consiga de echar el guante cómo la voy a queal.
1. Esconde bien las galletas, que aluego llega lo chiquenino y decamino las echa el guante y a su madre nô le gusta.
2. Nô seas tonto, que ese trabajo es mu güeno y si nô l'echas el guante tú en tres días ya se lo ha echao otro.
Comentarios:
Esta expresión se usa, con un significado más amplio o más limitado a atrapar a un criminal, en toda España. La peculiaridad es que en nuestra zona, donde tiene un significado muy amplio, se usaba muchísimo.
Origen: Se usa en algunas partes de España.
Etimología:
El origen de esta expresión está en la antigua costumbre de origen germánico de arrojar (echar) el guante a la cara de la persona a quien queremos desafiar a combate. En origen lo que se hacía era darle un golpe con la mano enguantada, es decir, darle un buen guantazo. Luego se quitaba uno el guante y con él sacudía la cara del otro. Y por último, sin necesidad de acercarse tanto, se quitaba uno el guante y se lo arrojaba al otro. El así ofendido, si quería limpiar su honor, tenía que "recoger el guante", y eso significaba que aceptaba el desafío. Luego ya se organizaba el duelo.
Pero mientras que la expresión "recoger el guante" ha mantenido la idea de aceptar un reto, por el contrario "echar el guante" ha evolucionado. El sentido más habitual que tiene hoy en español es el de atrapar a un criminal o descubrir a la persona que ha cometido un acto deshonesto. En nuestra zona (y en algunas otras) ese sentido se ha ampliado hasta englobar a todo lo que sea atrapar a algo o alguien que no se deja coger fácilmente.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.