Se utiliza para dar a entender que no creemos a alguien que está negando su responsabilidad en algo, haciendo recaer el interlocutor esa responsabilidad de forma irónica sobre el cura.
Ver El orinal del cura, que s'ha escacharrao
1. No, tú no has roto el cántaro, habrá sío el cura antonces.
2. Ya, y si no se lo has contao tú ¿antonces quién? ¿el cura?
3. No, si ya sé qu'este niño es un bendito, ¿cómo me v'a habel quemao él la cortina? ¡Habrá sío el cura!
Comentarios:
El cura no realizaba ninguna tarea excepto la de dedicarse a la iglesia y a la administración de los sacramentos. Por lo tanto, no podía tener responsabilidad alguna fuera de esas actividades, además de considerársele un hombre bueno, incapaz de hacer maldades. Así que cuando, por ejemplo, un niño hacía una trastada -pongamos que había roto un plato- y negaba haberlo hecho, la persona que le estaba interpelando le diría: "¿Y quién lo ha roto entonces, el cura?"
Campos semánticos: Expresiones
Etimología:
Del latín cura (cuidado, solicitud), aplicado también a ciertos cargos públicos en el sentido de cuidador o guardián, del verbo curare (cuidar, atender). Por eso no extraña que en 1330 comenzase a usarse la expresión cura de almas (cuidador de almas), abreviado luego simplemente a cura, para referirse a un sacerdote párroco, por ser el guardián espiritual de su comunidad, aunque luego se extendió a cualquier sacerdote.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.