sustantivo, masculino
En español: Lámpara de carburo
1. Mira vel si tienes pahí un carburo y mos vamos esta noche a ranas.
2. Enciende el carburo que entoavía nô he acabao esto y ya nô veo na.
Comentarios:
El carburo funciona combinando carburo de calcio (de ahí el nombre) con agua. Al unirse se desprende acetileno, un gas que al arder produce una llama muy luminosa. Algunos modelos iban provistos de un reflector en forma de parábola para intensificar la luz. Antes de la llegada de la luz a Peraleda, la forma más normal de iluminarse en las casas era con estas lámparas de carburo, aunque aún eran corriente los candiles de aceite. Anteriormente, el candil había sido lo más usado.
Como curiosidad, durante mucho tiempo se utilizó para pescar ranas, acto que se realizaba de noche. La fuerte luz del carburo deslumbraba a las ranas y era bastante fácil cogerlas con la mano.
También se usaban unos aparatos llamados "cañón de carburo" que en lugar de producir luz lo que hacían era aprovechar los vapores que producía el carburo al mezclarse con agua en un sistema de goteo. El gas se iba almacenando hasta ser capaz de abrir una esclusa y escapar de golpe, provocando una fuerte explosión audible a varios kilómetros a la redonda, con la finalidad de espantar a los pájaros del sembrado. Un poco como matar moscas a cañonazos, pero desde luego efectivo.
Ver palabras relacionadas: Objetos de casa Utensilios Utensilios de pesca
Origen: Latín. Nos viene del español. Es castellano con variación de significado. Se usa en nuestra zona.
Etimología:
Metonimia (tropo consistente en nombrar una cosa con el nombre de otra con la que existe una relación de afinidad, causa-efecto, etc) proveniente de carburo (de calcio), material con el que funcionaban estas lámparas.
Carburo procede de carbono, derivado del latín carbo-onis (carbón) con el sufijo -uro (compuesto químico).
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