sustantivo, masculino, singular
Nombre de nuestra comarca, que se extiende en su mitad occidental por la provincia de Cáceres y en su mitad oriental por la de Toledo (llamada hoy esa parte "La Campana de Oropesa"). Comprende las tierras que están entre los ríos Tiétar y Tajo. En La Vera utilizan para nosotros el genilicio de "campesinos", pero nosotros no tenemos ningún gentilicio para referirnos a nosotros mismos.
1. El Campo Arañuelo son to los pueblos que están entre el Tiétal y el Tajo.
Comentarios:
El dialecto que se habla en Peraleda es, en lo básico, común a toda esta comarca (excluyendo probablemente a varios pueblos al sur del Tajo), que presenta rasgos propios que la diferencian parcialmente de las hablas de las otras zonas que la rodean. Aunque cada pueblo de la comarca presenta sus peculiaridades, en general todos comparten un mismo acento y la mayor parte del vocabulario. Por tanto se trata de una zona de transición entre el habla de Ávila y Toledo, con cierta influencia de las hablas extremeñas más occidentales.
Ver palabras relacionadas: Topónimos
Origen: Latín. Nos viene del castellano antiguo. Es castellano con variación de forma y significado. Se usa en nuestra zona.
Etimología:
Queremos aquí proponer una etimología de la palabra "Arañuelo" diferente a la oficial, que dice que la comarca se llamó así por una plaga de bichitos que atacaron las olivas y que tenían un aspecto similar a las arañas. Para ello vamos a partir de una palabra muy peralea: furraña (mezcla de o con cosas sin valor).
Encontramos en latín una palabra parecida que también tiene un significado algo similar: farrago-farraginis (mezcla, conglomeración, amasijo, revoltijo), una palabra femenina. De ahí salió el latín vulgar ferragine (mezcla de forrage para el ganado, y por tanto de poca calidad), que perdió la G intervocálica, como a menudo ocurría, para darnos ferraine, que lógicamente dio el castellano ferrén (ai>e y la -e final se pierde). En el XIV-XV las Fs iniciales pasan a aspirarse, escritas H, de modo que ferrén pasó a escribirse herrén (pronunciado /jerrén/). De ahí sale la palabra herrenal (zona donde se cultiva el herrén), que se pronunciaba /jerrenal/. Posteriormente la aspiración se pierde en el castellano estándar (herrenal /errenal/) pero se conserva en los dialectos del sur (/jerrenal/, que en peraleo da jernal). Esta sería pues la evolución:
farraginis > ferragine > ferraine > ferrén > herrén (norte), jerrén (sur) > + -al = herrenal (norte), jerrenal (sur) > jernal (Peraleda).
Pues veamos ahora por qué furraña viene del mismo sitio que nuestro jernal, aunque por un camino algo diferente.
Si furraña es palabra castellana, esa Ñ indica que la forma anterior debería haber sido ferranna o bien ferrania, pues ambas formas nos darían Ñ. En La Rioja está documentada, junto a la forma ferraine, la variante "la ferranie" en el año 865, y siendo esta palabra femenina es normal que en castellano pasase a "la ferrania", y ahí está la Ñ que estábamos buscando, pues esa forma evolucionaría en castellano a ferraña. La influencia de la R vibrante a veces abre la vocal anterior, lo que explica que en La Rioja encontremos hoy la palabra farraña.
Ya sólo nos faltaría explicar el paso de la primera A a U, que no es tan fácil, pero sea como sea, en La Rioja hay unos pueblos en donde se usan indistintamente las formas farraña y furraña, así que de algún modo ese cambio se produjo y allí se conservan ambas formas, mientras que en peraleo lo que vemos es que la forma antigua, farraña, se perdió, y sólo sobrevive la forma moderna, furraña.
Pero "Campo Arañuelo" no viene de la variante furraña sino directamente de farraña, con pérdida de la F inicial (que en este caso no conservó la aspiración) y simplificación de la vibración, lo que nos dio Haraña, que con el diminutivo medieval nos daría Harañuelo, que significaría "pequeña zona de pastos" y no tendría nada que ver con ninguna plaga de bichitos parecidos a las arañas, como dice hasta ahora la tesis oficial, siendo mucho más lógico que los serranos de la Vera que empezaron a bajar sus ganados al entonces despoblado que había entre el Tiétar y el Tajo bautizasen a esa zona como "zona de pastos", pues para ellos es lo que era. Pero estando estas tierras cubiertas de bosques de encina, no había grandes extensiones de pastos, sino pequeñas zonas aquí y allá, de ahí que el territorio entero no pasara a llamarse Araña sino Arañuelo (etimológicamente debería escribirse Harañuelo). En algunas partes de Cantabria farraña ha tenido una evolución similar, dando Arraña, que por aféresis se quedó en raña, y así llaman allí en algunos pueblos a las tierras de pasto.
Esta sería pues la evolución fonética:
farraginis > ferragine > ferraine > ferranie > ferrania > ferraña > farraña > harraña > haraña > araña > (en diminutivo) arañuelo
Semánticamente es fácil ver que el significado original de la palabra latina cambia en este proceso, pero muy poco:
farraginis (mezcla, revoltijo) > ferraña (mezcla de pastos de poca calidad para el ganado) > farraña (zona de pastos).
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.