Encontrarse dos personas de forma inesperada por la calle, o en un lugar cuando uno entra y otro sale.
Ver De manos a bocas
1. En viniendo pa casa m'he dao de bruces con Antonia, qu'hacía ni sé ya cuánto que nô la vía.
2. Vengo d'ancá tia Teodora, y según entro me doy de bruces con tu prima Dori, qu'estaba de visita. Vamos, que pa mí que me vio pol la ventana y salió pitando pa nô coincidil conmigo. Pero mejol, que ni ella me pue vel a mí ni yo a ella.
Comentarios:
Menos frecuentemente se usa cuando una persona entra a un sitio y se encuentra con otra que ya está allí. En ese caso lo que queremos es enfatizar la sorpresa que nos causó encontrarnos con esa persona.
Origen: Es castellano con variación de uso. Se usa en nuestra zona.
Etimología:
Del latín bucceos (de la boca) salió el castellano bruces (y el peraleo boceras), que se usa sólo en la expresión darse/caerse de bruces, que significa pegarse un porrazo en la cara (o más concretamente en la boca). En peraleo además de ese mismo sentido literal también se usa en el sentido figurado que hemos visto.
Apóyanos con tu firma para salvar el Dolmen de Guadalperal y también para salvar el retablo esgrafiado de Peraleda.