adjetivo
En español: Niquelado
Utensilio de metal, especialmente camas, recubierto con una capa de níquel.
1. Tengo yo unas camas aniquilás de mi agüela bien bonitas y ni s'han puesto feas ni na.
Comentarios:
Normalmente se usaba para referirse a cierto tipo de cama que tenía tanto el cabecero como los pies hechos de metal recubierto de níquel. A diferencia de otros modelos más antiguos, no se oxidaban ni había que pintarlas, ya que el metal se mantenía siempre brillante.
Ver palabras relacionadas: Metales
Origen: Germánico. Nos viene del español. Es castellano con variación de forma. Se usa en nuestra zona.
Etimología:
Del alemán nickel, palabra inventada en el XIX por el sueco Axel Fredrik Cronstedt, que la tomó de la palabra alemana kupfernickel, literalmente cobre (kupfer) del diablo (nickel). En las minas de cobre, el metal a veces aparecía mezclado con níquel, por lo que parecía cobre sin serlo. Por ello, no podía trabajarse y los mineros le daban esta denominación, ya que pensaban que el culpable era el "viejo Nick" (el diablo).
De ahí procede el verbo niquelar, de cuyo participio pasado, añadiendo el prefijo verbal A- y cerrando la E protónica -ambas cosas habituales en castellano- procede la forma peralea. Lo curioso es que nuestra palabra suena igual que el estándar aniquilado (exterminado), palabra que por no existir en peraleo, no causaba confusión alguna.
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