año 3000 - 5000 a.C.
El término de Peraleda es una de las estaciones paleolíticas más importantes de Extremadura, y también son numerosos los restos del Neolítico encontrados en sus alrededores. Una enorme cantidad de hachas y utensilios de piedra han sido hallados en la finca de las Coscojas y entre el Camino de la Copa y Guadalperal, ya en término vecino de El Gordo, los cuales se encuentran hoy diseminados por muchos museos y colecciones particulares, entre ellos Plasencia, Navalmoral, Alba de Tormes, Cáceres, Madrid y Munich. La mayoría son ejemplares de mucha calidad. También se han encontrado varios dólmenes y enterramientos, así como tumbas, berracos y otros artefactos de la época celta.
Pero los restos sin duda más destacados son el cercano monumento megalítico llamado el Dolmen de Guadalperal o más popularmente “El Tesoro de Guadalperal”, con una antigüedad entre 5000 y 7000 años, lo que podría en el mejor de los casos meterlo en el grupo de las construcciones más antiguas del mundo. Se trata de una agrupación circular de menhires que antaño sujetaban una bóveda y estaba rodeado y cubierto por un gran túmulo de piedras. Hoy todo el complejo está sumergido bajo el pantano, aunque sale frecuentemente a la luz cada vez que las aguas bajan, lo que acelera su deterioro. En el 2019 quedó totalmente fuera, en terreno seco, por primera vez desde la construcción del pantano, y en el 2021 ocurrió de nuevo. Son varios los factores que tienen que juntarse para que esto ocurra, pero el cambio climático y la nueva política energética harán que esto en el futuro sea cada vez más frecuente, lo cual contribuye a su degradación a causa del frecuente cambio de ambiente. El lado positivo es que también da una oportunidad única para visitarlo. Pero aunque no suela salir de las aguas entero, sí suele asomar parcialmente una o dos veces al año, siendo el verano el mejor momento para intentar verlo. La mejor forma de visitarlo es por barca o catamarán, y según nuestra información, la única empresa con autorización para llevar pasajeros al dolmen es:
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El Dolmen fue descubierto entre los años 1925 y 1927, por el alemán H. Obermaier, sacerdote y arqueólogo, que estaba en España como invitado del Duque de Alba. Excavó el túmulo y dejó al descubierto el gran esqueleto del dolmen, que es lo que se puede ver ahora como un enorme anillo de piedras cuárcicas rodeando sus 114 menhires graníticos, muchos de los cuales aún se mantienen en pie a pesar de la incesante acción de las aguas. Actuaba como enterramiento y centro ceremonial, entre otras cosas, guardando el paso del vado del río Tajo desde lo alto de un profundo barranco, hoy desmoronándose. Desde ahí se divisaba, y controlaba, toda la zona del vado. En la orilla opuesta habría probablemente otras construcciones que evolucionaron hasta convertirse en la ciudad de Augustóbriga, hoy también bajo el agua.
A la bóveda interior se accedía a través de un corredor de 21 metros de largo que partía desde el barranco que daba al río y, al final de este corredor, justo a la entrada de la cámara de 5 metros de diámetro, se encontraba una estatua-menhir, una gran piedra de 2 metros con forma vagamente antropomorfa y tallada con cazoletas (agujeros) y una línea ondulada que los expertos han identificado con una serpiente. Y aquí está probablemente el elemento más interesante de todos, pues esa supuesta serpiente parece ser más bien un mapa del río Tajo a su paso por la zona, justo desde la desembocadura del afluente Gualija hasta la del siguiente afluente, el Ibor. Esto lo convertiría posiblemente en el mapa realista más antiguo del mundo, pues hay algunos mapas de esa época pero son esquemáticos, algo que ha causado bastante controversia entre los expertos. Pero si comparamos la línea del menhir con el mapa real del Tajo veremos que la coincidencia es asombrosa. Hay que tener en cuenta que se trata de un trazado hecho de memoria y que algunas partes del curso del río han podido variar con el paso de los milenios, pero aun así sigue siendo perfectamente reconocible. También es significativo que la línea represente justo el trozo del río que queda entre ambos afluentes, como si esos fueran los límites del territorio que controlaba este pueblo, aunque sin duda una obra titánica de semejante complejidad para la época tuvo que haber sido un esfuerzo colectivo de toda la zona.
Es curioso cómo la tradición puede mantener el recuerdo de las cosas durante siglos, pues en ese lugar conocido siempre como “El Tesoro”, los romanos excavaron buscando eso, un tesoro, y los arqueólogos alemanes encontraron bajo el centro un verdadero tesoro de piezas paleolíticas y neolíticas. Como no es difícil suponer, hoy en día buena parte de ese "tesoro" se guarda en un museo alemán y el resto en Madrid.
Los geólogos analizaron las piedras y el terreno y concluyeron que estaban en grave peligro de destrucción. Nuestra asociación, Raíces de Peralêda, ha estado luchando desde 2019 para que este monumento único sea rescatado de las aguas. Nuestra noticia se volvió viral con un impacto sorprendente en todo el planeta. Ahora los arqueólogos están estudiando el dolmen y la zona intentando encontrar respuestas a las preguntas fascinantes que este monumento presenta. Cuando tengamos más datos tal vez podamos confirmar la sospecha de que estamos ante una de las estructuras humanas más antiguas del mundo y uno de los restos más importantes de la prehistoria. Ayúdanos a preservar este tesoro para las generaciones futuras, firma aquí nuestra petición.
Foto cedida por Rafael Ruíz:
Foto cedida por Rafael Martín:
Foto cedida por Javier Sánchez:
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Escrito por Angel Castaño
