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Babieco

En español: Tonto, Bobo

[ sustantivo vocativo ]

Ver: Inorante

• Anda, babieco, no llores por esa tontuna. Ara mesmo te compro yo algotro, mi niño.

• No llores por eso, babieca, qu'eso que t'has jecho en la rodilla no es na, chiquenina.

Campos semánticos: Apelativos cariñosos a niños

Comentarios:

Cuando la expresión se dirige a un niño -que es lo habitual- lleva aparejada una connotación cariñosa, como decir bobito, que se usa aquí mucho más.

Origen: Latín. Nos entró a través del castellano antiguo. Es castellano con variación de forma. Se usa en Peraleda.

Etimología:

En español existe babieca con el mismo significado. La diferencia es que esa forma sirve tanto para el masculino como el femenino. En peraleo tenemos la forma babieco para el masculino y babieca para el femenino.

La palabra proviene del latín baba, que significaba saliva excesiva pero también se refería al babeo propio de los niños cuando balbucean. De esa segunda referencia, la de los niños que balbucean, surgió la asociación de que un retrasado mental también balbucea, de donde viene la palabra bobo, derivado de baba, para referirse a alguien que tiene retraso mental, pero también a alguien que sin tenerlo lo parece, es decir, un tonto. La palabra babieca está en la misma línea que bobo, pero con un recorrido distinto.

La primera aparición que documentamos se encuentra en Vida de San Millán de la Cogolla, escrita por Gonzalo de Berceo en 1230, así que es palabra medieval bien antigua, y ahí ya vemos ese uso siempre en forma femenina.

"Dessest' Santa Olalia por grand aliviamiento,
no lis dissisti gracias en tu espidimiento;
aún agora quieres fer otro poblamiento,
¡bien me ten por babieca si yo te lo consiento!".


Siendo Berceo de la Rioja, hemos de tener en cuenta que en la Edad Media la Rioja hablaba un dialecto más cercano al aragonés que al castellano en muchos aspectos. Si en castellano se usaba el sufijo diminutivo -iello, que luego dio -illo (castiello→ castillo), en la Rioja se usaba con el mismo valor el sufijo maño -ieco, que luego dio -ico (casieca→ casica), por lo que babieca sería etimológicamente lo mismo que si en castellano dijéramos bobito.

Y ahora llega el gran misterio: ¿por qué el afamado Cid Campeador llamó a su caballo Babieca? ¿era tonto o para su dueño era tan rico y encantador como un niño que babea?

 

© Raíces de Peralêda (Peraleda de la Mata, Cáceres, España)
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