VOLVER A LA FICHA

Aginal

Aginal
Atribución de imagen: J. Arias con IA Dall-e

En español: Angustiar, Agobiar, Abrumar, Presionar, Estresar, Avergonzar, Preocupar, Desbordar

[ verbo transitivo pronominal ]

1- Causar angustia o desazón.

2- Causar preocupación.

3- Causar estrés.

4- Causar vergüenza o mucha incomodidad psicológica.

Ver: Aginao, Aginos, Aginoso

• No quiere salil ni na. S'ha queao sin trabajo y ya sabes que Felipe s'agina mucho con to, asín que imagínate.

• Este mes mos s'ha dao mal las ventas, pero tú no t'agines, mujel, que unos meses vamos mejol y otros peol, es asina.

• Ays, muchacha, vete d'aquí y no m'agines, que bastante tengo yo con to esto como pa que me vengas tú a ponel loca tamién.

• Le pidieron que saliera ella a leel ena misa y ya sabes tú cómo es, estaba toa aginaíta, colorá como un tomate y paciâ taltamúa y to. Pa dal-la argo.

Campos semánticos: Sensaciones Sentimientos

Origen: Latín. Nos entró a través del asturleonés. Se usa en Cáceres.

Etimología:

Del latín angere (apretar, estrechar, oprimir). De ahí proceden términos como por ejemplo angosto, angustia o angina.

En 1495 Nebrija en su diccionario define angina como esquinencia (inflamación de las amígdalas, es decir, anginas inflamadas). Pero es en 1606 donde Juan Alonso y de los Ruyzes nos define el griego synanchae como una especie de angina o esquinançia o ahogadera. Y ahí tenemos la clave que buscábamos. Quien padece de anginas puede tener la sensación de asfixiarse (ahogadera). Quien está muy angustiado o sofocado también tiene la sensación de asfixiarse, así que es fácil ver cómo se pasa de un sentido al otro, de inflamación de anginas a sensación de angustia.

Ese paso se ve también en la posterior expresión médica angina de pecho, que la RAE define como "síndrome caracterizado por accesos súbitos de corta duración con angustia de muerte", y también con estrechez respiratoria; otra vez angina relacionada con angustia (y asfixia), que al fin y al cabo son dos palabras con un mismo origen etimológico.

En resumen, del latín angere (estrechar, oprimir) sale angina (estrechamiento) pero también angino (angustia), que luego pierde la N, dando lugar a agino. De ahí posteriormente saldría el verbo aginar.

Dado que en castellano antiguo no hemos encontrado esta palabra, y que únicamente aparece en el sur de Salamanca, Cáceres y el Campo Arañuelo toledano en contacto con Cáceres, es probable que esta palabra sea en origen un leonesismo. Se usa igual que en Peraleda en el sur de Salamanca (Béjar, Rebollar, etc.) y en el norte de Cáceres, tanto en el este (Cabezuela del Valle) como en el oeste (Sierra de Gata), como nos muestra Gabriel y Galán en 1902 en su libro Extremeñas:.

¡Y bien se agina tu madri por ti, Gelipe del alma! .

 

© Raíces de Peralêda (Peraleda de la Mata, Cáceres, España)
Web: raicesdeperaleda.com