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Cojones

Cojones
Atribución de imagen: J.Arias con IA Dall-e

También: Ceniza

En español: Dar con los cojones en la ceniza

[ coloquial malsonante ]

1- Dicho de una persona, que está tan estresada o que trabaja tanto (por voluntad o presión externa) que llegua a colapsar y reventarse.

2- Dicho de una persona, que está tan delgada que parece que no va a tener fortaleza para seguir.

• Vicente hijito, estás por la mañana trabajando, pol la tarde atiendes el ganao, ¿y agora vas a sel camarero pol la noche? ¡Vas a dar con los cojones en la ceniza!

• S'ha puesto a régimen y en dos meses ha perdio 10 kilos. A ese paso pronto da con los cojones en la ceniza. Ya verás.

Origen: Nos entró a través del castellano antiguo. Es español inusual. Se usa en algunas partes de España.

Etimología:

El significado segundo parece derivar del primero, pues una persona que se mata a trabajar es fácil que esté también muy delgada.

En el estándar significa "echar a perderse algo" o "tropezar con una contrariedad inesperada que estropea el feliz asunto que se tenía entre manos", y los huevos son de la gallina, pues al romperlos contra la sartén si caen para afuera, a la ceniza del fuego, se estropean.

Aquí se reinterpretan los huevos como testículos y el sentido cambia, pues para que los testículos den contra la ceniza del suelo la persona entera tiene que derrumbarse, y se reinterpreta también las cenizas como las de la muerte, con lo cual es un colapso total por llegar al límite de la resistencia.

Vemos que es expresión antigua, la hemos encontrado en numerosas obras del siglo XVII, pero un caso en concreto parece tener el mismo sentido que le da el peraleo, aunque si el peraleo usa la idea de derrumbarse y morir como forma figurativa y exagerada de sugerir un límite, en este fragmento que vamos a ver parece ser ese el sentido literal, pues el pobre Rodrigo se cae de la escalera y se mata. Note también cómo el autor en esta comendia hace un juego de palabras, con lo que insinúa que esos "huevos" de la expresión podrían no ser los de la gallina.

¡Válgame el cielo!
Vive el cielo que ha rodado,
y que se quebró la escala.
¡Ah, señor! Aquesto es malo.
No responde. ¡Ah, buen Rodrigo,
el soberbio castellano!
Aquí paz y después gloria.
El pobre Rodrigo ha dado
con los huevos en la ce-
o en el suelo con los cascos.
¡Ah, señor! Quibus finitus
nostra finietur et actio.
.

(Los tres blasones de España, Francisco de Rojas Zorrilla, 1645).

 

© Raíces de Peralêda (Peraleda de la Mata, Cáceres, España)
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