VOLVER A LA FICHA

Carretear

Carretear
Atribución de imagen: J. Arias con IA Dall-e

En español: El que carretea, vuelca

[ verbo intransitivo ]

En todo oficio es normal que alguna vez se tenga un problema o un accidente. Por extensión, quien hace habitualmente una tarea, es normal que alguna vez le salga mal o tenga algún problema.

• ¡Arriba, bonito, que no ha pasao na! Si es que, el que carretea, vuelca.

• Ha tenío un accidente esta mañana con el coche. Tú verás, to los días yendo a Navalmoral tres o cuatro veces, pos eso, qu'el que carretea, vuerca.

Campos semánticos: Refranes

Comentarios:

Hemos encontrado esta expresión en unas cuantas poblaciones de Castilla León (León, Ávila, Segovia...) así que, aunque sea poco conocida, se encuentra extendida. Una noticia que sale en el diario leonés LaNuevaCronica.com nos sirve para ilustrar bien el sentido:.

"Volvió la lucha leonesa a Taranilla, tierra de grandes luchadores, como el homenajeado León Rodríguez, maestro dentro y fuera, o del que más frases dejó para la historia reciente de la lucha: Tasio Prieto, El Gato de Taranilla. Una de las más celebradas se la dejó a un rival procedente del judo, que impresionó en los primeros corros de la temporada, a los que no fue Tasio (era así, daba ventaja) y cuando se agarraron el de Taranilla ya lo había visto luchar en las previas, supo de su habilidad por abajo, lo sacó arriba (nada habitual en él) y al posarlo lo enroscó dos veces seguidas. El chaval se quedó mirando, incrédulo, y Tasio le dio una máxima de las suyas: «No pasa nada amigo, el que carretea... vuelca».

Origen: Se usa en algunas partes de España.

Etimología:

Del latín carrus (vehículo con ruedas) salió carreta, y de ahí el verbo carretear (conducir o gobernar un carro). Al carretear, por muy experto que se fuese, no era raro que el carro terminase volcando alguna vez por causas ajenas al carretero (mal estado del camino, un bache, un charco, etc.).

De ahí, pasó la expresión al habla popular como disculpa cuando alguien tiene un accidente fortuito, especialmente cuando los niños son pequeños y se caen al correr, tropezar con algún objeto, etc. Viene a ser como decir "no ha pasado nada, son gajes del oficio".

 

© Raíces de Peralêda (Peraleda de la Mata, Cáceres, España)
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